El origen del «Libro Rojo de Mao», oficialmente titulado «Citas del Presidente Mao Zedong», se remonta a un período crucial en la historia de la República Popular China. Publicado en enero de 1964, este compendio de citas y discursos de Mao Zedong emergió en un momento de significativa tensión política y social en el país.
La década de 1960 en China estuvo marcada por una serie de eventos tumultuosos que influyeron directamente en la concepción y publicación del Libro Rojo. El país acababa de atravesar el desastroso «Gran Salto Adelante» (1958-1962), una campaña de colectivización e industrialización forzada que resultó en una hambruna masiva y millones de muertes. Este fracaso económico y humanitario había debilitado la posición de Mao dentro del Partido Comunista de China (PCCh) y provocado críticas a su liderazgo.
En este contexto de creciente cuestionamiento interno, Mao y sus aliados más cercanos concibieron la idea de compilar y difundir sus pensamientos de una manera más accesible y sistemática. El objetivo era reafirmar la autoridad ideológica de Mao y contrarrestar las voces disidentes que surgían dentro del partido y entre la población.
La creación del Libro Rojo también debe entenderse en el marco de la ruptura sino-soviética. Las relaciones entre China y la Unión Soviética se habían deteriorado significativamente desde finales de la década de 1950, llegando a un punto crítico en 1963. Mao consideraba que la URSS, bajo el liderazgo de Nikita Jruschov, se estaba desviando de los principios revolucionarios del marxismo-leninismo. En este sentido, el Libro Rojo se concibió como una herramienta para definir y promover la visión particular de Mao del comunismo, distanciándola de la interpretación soviética.
El proceso de compilación del libro fue supervisado por Chen Boda, uno de los secretarios de Mao, pero fue Lin Biao, entonces Ministro de Defensa y figura ascendente en la jerarquía del partido, quien jugó un papel crucial en su promoción y distribución. Lin vio en el Libro Rojo una oportunidad para consolidar su propia posición como sucesor aparente de Mao, al tiempo que reforzaba el culto a la personalidad del líder.
Inicialmente, el libro se distribuyó principalmente entre los miembros del Ejército Popular de Liberación, como parte de un programa de adoctrinamiento político. La idea era inculcar en los soldados una lealtad inquebrantable a Mao y sus enseñanzas. Sin embargo, rápidamente se expandió más allá de los círculos militares, convirtiéndose en un símbolo omnipresente de la China maoísta.
La publicación del Libro Rojo coincidió con los preparativos para lo que se convertiría en la Gran Revolución Cultural Proletaria, lanzada oficialmente en 1966. El libro se convirtió en un instrumento fundamental para movilizar a las masas, especialmente a los jóvenes, en apoyo de las políticas radicales de Mao. Su formato compacto y su lenguaje simplificado lo hacían accesible a una población con altos niveles de analfabetismo, facilitando la difusión de la ideología maoísta.
El contexto internacional también jugó un papel en la concepción y difusión del Libro Rojo. En un mundo polarizado por la Guerra Fría, Mao buscaba posicionar a China como líder del movimiento comunista global, especialmente en el mundo en desarrollo. El Libro Rojo se convirtió en un vehículo para exportar el pensamiento de Mao y la experiencia revolucionaria china a otros países, influyendo en movimientos de izquierda en Asia, África y América Latina.
En resumen, el origen del Libro Rojo de Mao está intrínsecamente ligado a las complejas dinámicas políticas internas de China en la década de 1960, la ruptura sino-soviética, y las ambiciones de Mao de reafirmar su autoridad y expandir su influencia ideológica tanto dentro como fuera de China. Su publicación marcó el inicio de una nueva fase en la historia de la República Popular China, caracterizada por una intensificación del culto a la personalidad de Mao y una radicalización de la política china que culminaría en la Revolución Cultural.