4. El tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (正確處理人民內部矛盾)
Capítulo 4. Hay al menos dos tipos fundamentales de contradicciones: las contradicciones antagónicas, que se dan entre los países comunistas y sus vecinos capitalistas, así como entre el pueblo y los enemigos del pueblo; y las contradicciones internas entre el propio pueblo, aquellas personas que aún no están convencidas del nuevo rumbo de China, las cuales deben abordarse de manera democrática y no antagónica.
El tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (正確處理人民內部矛盾)
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IV. EL TRATAMIENTO CORRECTO DE LAS CONTRADICCIONES EN EL SENO DEL PUEBLO
Existen ante nosotros dos tipos de contradicciones sociales: contradicciones entre nosotros y el enemigo y contradicciones en el seno del pueblo. Estos dos tipos de contradicciones son de naturaleza completamente distinta.
Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (27 de febrero de 1957) [Obras Escogidas, t. V].
Para comprender acertadamente los dos diferentes tipos de contradicciones, es necesario, ante todo, precisar qué se entiende por pueblo y qué por enemigo. (...) En la etapa actual, período de edificación del socialismo, integran el pueblo todas las clases, capas y grupos sociales que aprueban y apoyan la causa de la construcción socialista y participan en ella; son enemigos del pueblo todas las fuerzas y grupos sociales que oponen resistencia a la revolución socialista y se muestran hostiles a la construcción socialista o la sabotean.
Ibíd.
En las condiciones actuales de China, las contradicciones en el seno del pueblo comprenden las contradicciones dentro de la clase obrera, dentro del campesinado y dentro de la intelectualidad; las contradicciones entre la clase obrera y el campesinado, entre los obreros y campesinos, por una parte, y los intelectuales, por otra; las contradicciones entre la clase obrera y los demás trabajadores, por una parte, y la burguesía nacional, por otra; las contradicciones dentro de la burguesía nacional, etc. Nuestro Gobierno Popular es un gobierno que representa realmente los intereses del pueblo, un gobierno que sirve al pueblo. Sin embargo, entre él y las mesas populares también existen ciertas contradicciones. Estas incluyen las contradicciones entre los intereses estatales, los intereses colectivos y los intereses individuales, entre la democracia y el centralismo, entre dirigentes y dirigidos, y entre el estilo burocrático de trabajo de ciertos trabajadores gubernamentales y las masas. Todas éstas también son contradicciones en el seno del pueblo. Hablando en términos generales, las contradicciones en el seno del pueblo existen sobre la base de la identidad fundamental de los intereses de éste.
Ibíd.
Las contradicciones entre nosotros y el enemigo son antagónicas. En el seno del pueblo, las contradicciones entre las masas trabajadoras no son antagónicas, mientras que las contradicciones entre la clase explotada y la explotadora, además de su aspecto antagónico, tienen su aspecto no antagónico.
Ibíd.
¿Cómo juzgar, en el marco de la vida política de nuestro pueblo, si son correctas o erróneas nuestras palabras y actos? Consideramos que, con arreglo a los principios de nuestra Constitución, la voluntad de la aplastante mayoría de nuestro pueblo y las posiciones políticas comunes proclamadas en varias ocasiones por los partidos y grupos políticos de nuestro país, se pueden formular, en términos generales, los siguientes criterios:
1. Las palabras y actos deben contribuir a unir, y no a dividir, a los pueblos de nuestras distintas nacionalidades;
2. Deben favorecer, y no perjudicar, la transformación y la construcción socialistas;
3. Deben contribuir a consolidar, y no a minar o debilitar, la dictadura democrática popular;
4. Deben contribuir a afianzar, y no a socavar o debilitar, el centralismo democrático;
5. Deben contribuir a fortalecer, y no a destacar o debilitar, la dirección del Partido Comunista;
6. Deben favorecer, y no perjudicar, la unidad socialista internacional y la unidad de los pueblos de todo el mundo amantes de la paz.
7. De estos seis criterios, los más importantes son el camino socialista y la dirección del Partido.
Ibíd.
La eliminación de los contrarrevolucionarios es una lucha, una contradicción, entre nosotros y el enemigo. Dentro del pueblo, hay gentes que consideran esta cuestión desde un punto de vista algo distinto. Dos tipos de personas tienen criterios diferentes del nuestro. Las que, con una mentalidad derechista, en vez dé establecer una distinción entre nosotros y el enemigo, toman al enemigo por gente nuestra; consideran amigos a los que las grandes masas miran como enemigos. Las que, con una mentalidad izquierdista, exageran el alcance de las contradicciones entre nosotros y el enemigo hasta el punto de tomar como tales ciertas contradicciones en el seno del pueblo y considerar contrarrevolucionarias a personas que en realidad no lo son. Ambas concepciones son erróneas. Con ninguna de ellas se puede tratar correctamente el problema de la eliminación de los contrarrevolucionarios, ni apreciar en su justo valor nuestra labor a este respecto.
Ibíd.
Las contradicciones cualitativamente diferentes sólo pueden resolverse por métodos cualitativamente diferentes. Por ejemplo: la contradicción entre el proletariado y la burguesía se resuelve por medio de la revolución socialista; la contradicción entre las masas populares y el sistema feudal, por medio de la revolución democrática; la contradicción entre las colonias y el imperialismo, por medio de la guerra revolucionaria nacional ; la contradicción entre la clase obrera y el campesinado en la sociedad socialista, por medio de la colectivización y la mecanización de la agricultura; las contradicciones en el seno del Partido Comunista, por medio de la crítica y la autocrítica; la contradicción entre la sociedad y la naturaleza, por medio del desarrollo de las fuerzas productivas. (...) Resolver contradicciones diferentes por métodos diferentes es un principio que los marxista-leninistas deben observar rigurosamente.
Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t. I.
Las contradicciones entre nosotros y el enemigo y las existentes en el seno del pueblo, por ser de diferente naturaleza, deben resolverse por diferentes métodos. En pocas palabras, en cuanto a las primeras, la cuestión es establecer una distinción clara entre nosotros y el enemigo, y en cuanto a las segundas, establecer una distinción precisa entre lo correcto y lo erróneo. Por supuesto que distinguir entre nosotros y el enemigo es también cuestión de distinguir entre lo correcto y lo erróneo. Por ejemplo, la cuestión de precisar quién tiene razón: nosotros o los reaccionarios interiores y exteriores, el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, se refiere asimismo a distinguir entre lo correcto y lo erróneo, pero se diferencia, por su naturaleza, de las cuestiones relativas a lo correcto y lo erróneo en el seno del pueblo.
Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (27 de febrero de 1957) [Obras Escogidas, t. V].
Los problemas de carácter ideológico y los problemas de controversia en el seno del pueblo, pueden resolverse únicamente por el método democrático, por medio de la discusión, la crítica, la persuasión y educación, y no por métodos coactivos o represivos.
Ibíd.
A fin de poder dedicarse fructíferamente a la producción y al estudio y vivir en un ambiente de orden, el pueblo exige que su Gobierno y los dirigentes de la producción y de las organizaciones culturales y educativas dicten apropiadas disposiciones administrativas con carácter obligatorio. Es de sentido común que sin ellas resulta imposible mantener el orden público. Las órdenes administrativas y el método de persuasión y educación se complementan mutuamente en la solución de las contradicciones en el seno del pueblo. Las disposiciones administrativas dictadas con el fin de mantener el orden público, deben ir acompañadas de la persuasión y educación, ya que, en muchos casos, aquéllas no dan resultado por sí solas.
Ibíd.
La burguesía y la pequeña burguesía exteriorizarán indefectiblemente su ideología. Se expresarán, obstinadamente y por todos los medios posibles, en las cuestiones políticas e ideológicas. No se puede esperar que no procedan así. No debemos impedir mediante coacción que se manifiestan; al contrario, debemos permitirles que lo hagan y, al mismo tiempo, debatir con ellos y someterlos a una crítica adecuada. Está fuera de dude que debemos criticar las ideas erróneas de toda índole. Por supuesto que es inadmisible abstenerse de criticar las ideas equivocadas, contemplar con indiferencia cómo se difunden por todas partes y permitirles monopolizar el mercado. Todo error debe ser criticado y toda hierba venenosa, arrancada. Sin embargo, la crítica no ha de ser dogmática; no hay que emplear el método metafísico, sino esforzarse por aplicar el método dialéctico. Lo que se necesita es análisis científico y argumentos plenamente convincentes.
Ibíd.
Es necesario criticar los defectos del pueblo, (...) pero al hacerlo, debemos adoptar verdaderamente la posición del pueblo y hablar llenos del ardiente deseo de protegerlo y educarlo. Tratar a los camaradas como a enemigos es pasarse a la posición del enemigo.
Intervenciones en el Foro de Yenán sobre Literatura y Arte (mayo de 1942), Obras Escogidas, t. III.
La contradicción y la lucha son universales y absolutas, pero los métodos para resolver las contradicciones, esto es, las formas de lucha, varían según el carácter de las contradicciones. Algunas contradicciones tienen un carácter antagónico abierto, mientras otras no. De acuerdo con el desarrollo concreto de las cosas, algunas contradicciones, originalmente no antagónicas, se desarrollan y transforman en antagónicas, mientras otras, originalmente antagónicas, se desarrollan y transforman en no antagónicas.
Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t. I.
En circunstancias regulares, las contradicciones en el seno del pueblo no son antagónicas. Sin embargo, pueden llegar a serlo si no las tratamos como es debido o si aflojamos nuestra vigilancia y nos adormecemos políticamente. En un país socialista, semejante caso no pasa de ser, por lo común, un fenómeno parcial y transitorio. Esto se explica porque ya se ha abolido el sistema de explotación del hombre por el hombre y los intereses del pueblo son, en lo fundamental, idénticos.
Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (27 de febrero de 1957) [Obras Escogidas, t. V].
En nuestro país, la contradicción entre la clase obrera y la burguesía nacional pertenece a la categoría de las contradicciones en el seno del pueblo. La lucha de clases entre la clase obrera y la burguesía nacional es, en general, una lucha de clases dentro de las filas del pueblo, porque la burguesía nacional de China tiene un doble carácter. En el período de la revolución democrático-burguesa, su carácter era, por un lado, revolucionario y, por el otro, conciliador. En el período de la revolución socialista, uno de los aspectos de su carácter es la explotación de la clase obrera para obtener ganancias, y el otro, su apoyo a la Constitución y su disposición a aceptar la transformación socialista. La burguesía nacional se diferencia de los imperialistas, la clase terrateniente y la burguesía burocrática. La contradicción entre la clase obrera y la burguesía nacional, como contradicción entre explotados y explotadores, es antagónica por naturaleza. Sin embargo, en las condiciones concretes de China, esta contradicción antagónica entre las dos clases, si la tratamos apropiadamente, puede transformarse en no antagónica y ser resuelta por medios pacíficos. Pero se convertirá en contradicción entre nosotros y el enemigo si no la tratamos como es debido, si no aplicamos la política de unirnos con la burguesía nacional, criticarla y educarla, o si la burguesía nacional no acepta esta política nuestra.
Ibíd.
La rebelión contrarrevolucionaria en Hungría, en 1956, es un caso en que los reaccionarios dentro de un país socialista, en confabulación con los imperialistas y explotando las contradicciones en el seno del pueblo, fomentaron disensiones y provocaron desórdenes, en el intento de alcanzar sus designios conspirativos. Merece la atención de todos esta lección de los acontecimientos de Hungría.
Ibíd.
4. THE CORRECT HANDLING OF CONTRADICTIONS AMONG THE PEOPLE
We are confronted by two types of social contradictions - those between ourselves and the enemy and those among the people themselves. The two are totally different in their nature.。
"On the Correct Handling of Contradictions Among the People" (February 27, 1957), 1st pocket ed.. p. 2.
To understand these two different types of contradictions correctly, we must first be clear on what is meant by "the people" and what is meant by "the enemy". … At the present stage, the period of building socialism, the classes, strata and social groups which favour, support and work for
the cause of socialist construction all come within the category of the people, while the social forces and groups which resist the socialist revolution and are hostile to or sabotage socialist construction are all enemies of the people.
Ibid., pp. 2-3.
In the conditions prevailing in China today, the contradictions among the people comprise the contradictions within the working class, the contradictions within the peasantry, the contradictions within the intelligentsia, the contradictions between the working class and the peasantry, the contradictions between the workers and peasants on the one hand and the intellectuals on the other, the contradictions between the working class and other sections of the working people on the one hand and the national bourgeoisie on the other, the contradictions within the national bourgeoisie, and so on. Our People's Government is one that genuinely represents the people's interests, it is a government that serves the people. Nevertheless, there are
still certain contradictions between the government and the people. These include contradictions among the interests of the state, the interests of the collective and the interests of the individual; between democracy and centralism; between the leadership and the led; and the contradiction arising from the bureaucratic style of work of certain government workers in their relations with the masses. All these are also contradictions among the people. Generally speaking, the people's basic identity of interests underlies the contradictions among the people.
Ibid., pp. 3-4.
The contradictions between ourselves and the enemy are antagonistic contradictions. Within the ranks of the people, the contradictions among the working people are non-antagonistic, while those between the exploited and the exploiting classes have a non-antagonistic aspect in addition to an antagonistic aspect.
Ibid., p. 3.
In the political life of our people, how should right be distinguished from wrong in
one's words and actions? On the basis of the principles of our Constitution, the will of the overwhelming majority of our people and the common political positions which have been proclaimed on various occasions by our political parties and groups, we consider that, broadly speaking, the criteria should be as follows:
(1) Words and actions should help to unite, and not divide, the people of our various nationalities.
(2) They should be beneficial, and not harmful, to socialist transformation and socialist construction.
(3) They should help to consolidate, and not undermine or weaken, the people's democratic dictatorship.
(4) They should help to consolidate, and not undermine or weaken, democratic centralism.
(5) They should help to strengthen, and not discard or weaken, the leadership of the Communist Party.
(6) They should be beneficial, and not harmful, to international socialist unity and
the unity of the peace-loving people of the world.Of these six criteria, the most important are the socialist path and the leadership of the Party.
Ibid., pp. 57-58.
The question of suppressing counterrevolutionaries is one of a struggle between ourselves and the enemy, a contradiction between ourselves and the enemy. Among the people, there are some who see this question in a somewhat different light. Two kinds of persons hold views different from ours. Those with a Rightist way of thinking make no distinction between ourselves and the enemy and take the enemy for our own people. They regard as friends the very persons whom the broad masses regard as enemies. Those with a " Left" way of thinking magnify contradictions between ourselves and the enemy to such an extent that they take certain contradictions among the people for contradictions with the enemy and regard as counter-revolutionary persons who are actually not counter-revolutionaries. Both these views are wrong. Neither can
lead to the correct handling of the question of suppressing counter-revolutionaries or to a correct assessment of this work.
Ibid., p. 25.
Qualitatively different contradictions can only be resolved by qualitatively different methods. For instance, the contradiction between the proletariat and the bourgeoisie is resolved by the method of socialist revolution; the contradiction between the great masses of the people and the feudal system is resolved by the method of democratic revolution; the contradiction between the colonies and imperialism is resolved by the method of national revolutionary war; the contradiction between the working class and the peasant class in socialist society is resolved by the method of collectivization and mechanization in agriculture; contradiction within the Communist Party is resolved by the method of criticism and self-criticism; the contradiction between society and nature is resolved by the method of developing the
productive forces. … The principle of using different methods to resolve different contradictions is one which MarxistLeninists must strictly observe.
"On Contradiction" (August 1937), Selected Works, Vol. I, pp. 321-22.
Since they are different in nature, the contradictions between ourselves and the enemy and the contradictions among the people must be resolved by different methods. To put it briefly, the former are a matter of drawing a clear distinction between ourselves and the enemy, and the latter a matter of drawing a clear distinction between right and wrong. It is, of course, true that the distinction between ourselves and the enemy is also a matter of right and wrong. For example, the question of who is in the right, we or the domestic and foreign reactionaries, the imperialists, the feudalists and bureaucrat-capitalists, is also a matter of right and wrong, but it is in a different category from questions of right and wrong among the people.
"On the Correct Handling of Contradictions Among the People" (February 27, 1957), 1st pocket ed., pp. 5-6.
The only way to settle questions of an ideological nature or controversial issues among the people is by the democratic method, the method of discussion, of criticism, of persuasion and education, and not by the method of coercion or repression.
Ibid.
p11
To be able to carry on their production and studies effectively and to arrange their lives properly, the people want their government and those in charge of production and of cultural and educational organizations to issue appropriate orders of an obligatory nature. It is common sense that the maintenance of public order would be impossible without such administrative regulations. Administrative orders and the method of persuasion and education complement each other in resolving contradictions among the people. Even administrative regulations for the maintenance of public order must be accompanied by persuasion and education, for in many cases regulations alone will not work.
Ibid., pp. 11-12.
Inevitably, the bourgeoisie and petty bourgeoisie will give expression to their own ideologies. Inevitably, they will stubbornly express themselves on political and ideological questions by every possible means. You cannot expect them to do otherwise. We should not use the method of suppression and prevent them from expressing themselves, but should allow them to do so and at the same time argue with them and direct appropriate criticism at them. We must undoubtedly criticize wrong ideas of every description. It certainly would not be right to refrain from criticism, look on while wrong ideas spread unchecked and allow them to monopolize the field. Mistakes must be criticized and poisonous weeds fought wherever they crop up. However, such criticism should not be dogmatic, and the metaphysical method should not be used, but efforts should be made to apply the dialectical method. What is needed is scientific analysis and convincing argument.
Ibid., pp. 55-56.
To criticize the people's shortcomings is necessary, … but in doing so we must truly take the stand of the people and speak out of whole-hearted eagerness to protect and educate them. To treat comrades like enemies is to go over to the stand of the enemy.
"Talks at the Yen'an Forum on Literature and Art" (May 1942), Selected Works, Vol. III, p. 92.
Contradiction and struggle are universal and absolute, but the methods of resolving contradictions, that is, the forms of struggle, differ according to the differences in the nature of the contradictions. Some contradictions are characterized by open antagonism, others are not. In accordance with the concrete development of things, some contradictions which were originally non-antagonistic develop into antagonistic ones, while others which were originally antagonistic develop into non-antagonistic ones.
"On Contradiction" (August 1937), Selected Works, Vol. I, p 344.
In ordinary circumstances, contradictions
among the people are not antagonistic. But if they are not handled properly, or if we relax our vigilance and lower our guard, antagonism may arise. In a socialist country, a development of this kind is usually only a localized and temporary phenomenon. The reason is that the system of exploitation of man by man has been abolished and the interests of the people are basically the same.
"On the Correct Handling of Contradictions Among the People" (February 27, 1957), 1st pocket ed., p. 14.
In our country, the contradiction between the working class and the national bourgeoisie belongs to the category of contradictions among the people. By and large, the class struggle between the two is a class struggle within the ranks of the people, because the Chinese national bourgeoisie has a dual character. In the period of the bourgeois-democratic revolution, it had both a revolutionary and a conciliationist side to its character. In the period of the socialist
revolution, exploitation of the working class for profit constitutes one side of the character of the national bourgeoisie, while its support of the Constitution and its willingness to accept socialist transformation constitute the other. The national bourgeoisie differs from the imperialists, the landlords and the bureaucrat-capitalists. The contradiction between the national bourgeoisie and the working class is one between the exploiter and the exploited, and is by nature antagonistic. But in the concrete conditions of China, this antagonistic class contradiction can, if properly handled, be transformed into a non-antagonistic one and be resolved by peaceful methods. However, it will change into a contradiction between ourselves and the enemy if we do not handle it properly and do not follow the policy of uniting with, criticizing and educating the national bourgeoisie, or if the national bourgeoisie does not accept this policy of ours.
Ibid., p. 4-5.
It [the counter-revolutionary rebellion in Hungary in 1956] was a case of reactionaries inside a socialist country, in league with the imperialists, attempting to achieve their conspiratorial aims by taking advantage of contradictions among the people to foment dissension and stir up disorder. This lesson of the Hungarian events merits attention.
Ibid., p. 15.
四、正确处理人民内部矛盾
在我们的面前有两类社会矛盾,这就 是敌我之间的矛盾和人民内部的矛盾。这 是性质完全不同的两类矛盾。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第一页
为了正确地认识敌我之间和人民内 部这两类不同的矛盾,应该首先弄清楚什 么是人民,什么是敌人。……在现阶段, 在建设社会主义的时期,一切赞成、拥护 和参加社会主义建设事业的阶级、阶层和
社会集团,都属于人民的范围;一切反抗 社会主义革命和敌视、破坏社会主义建设 的社会势力和社会集团, 都是人民的敌 人。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第一——二页
在我国现在的条件下,所谓人民内部 的矛盾,包括工人阶级内部的矛盾,农民 阶级内部的矛盾,知识分子内部的矛盾, 工农两个阶级之间的矛盾,工人、农民同 知识分子之间的矛盾,工人阶级和其他劳 动人民同民族资产阶级之间的矛盾,民族 资产阶级内部的矛盾,等等。我们的人民 政府是真正代表人民利益的政府,是为人 民服务的政府,但是它同人民群众之间也 有一定的矛盾。这种矛盾包括国家利益、
集体利益同个人利益之间的矛盾,民主同 集中的矛盾,领导同被领导之间的矛盾, 国家机关某些工作人员的官僚主义作风 同群众之间的矛盾。这种矛盾也是人民内 部的一个矛盾。一般说来,人民内部的矛 盾,是在人民利益根本一致的基础上的矛 盾。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第二页
敌我之间的矛盾是对抗性的矛盾。人 民内部的矛盾,在劳动人民之间说来,是 非对抗性的;在被剥削阶级和剥削阶级之 间说来,除了对抗性的一面以外,还有非 对抗性的一面。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第二页
在我国人民的政治生活中,应当怎样 来判断我们的言论和行动的是非呢?我 们以为,根据我国的宪法的原则,根据我 国最大多数人民的意志和我国各党派历 次宣布的共同的政治主张,这种标准可以 大致规定如下:(一)有利于团结全国各 族人民,而不是分裂人民;(二)有利于 社会主义改造和社会主义建设,而不是不 利于社会主义改造和社会主义建设;(三) 有利于巩固人民民主专政,而不是破坏或 者削弱这个专政;(四)有利于巩固民主 集中制,而不是破坏或者削弱这个制度; (五)有利于巩固共产党的领导,而不是 摆脱或者削弱这种领导;(六)有利于社 会主义的国际团结和全世界爱好和平人 民的国际团结,而不是有损于这些团结。 这六条标准中,最重要的是社会主义道路
和党的领导两条。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第三零页
肃清反革命分子的问题是敌我矛盾 的斗争问题。在人民内部,有些人对于肃 反问题的看法,也有一些不同。有两种人 的意见,和我们的意见不相同。有右倾思 想的人不分敌我,认敌为我。广大群众认 为是敌人的人, 他们却认为是朋友。 有 “左”倾思想的人则把敌我矛盾扩大化, 以至把某些人民内部的矛盾也看做敌我 矛盾,把某些本来不是反革命的人也看作 反革命。这两种看法都是错误的,都不能 正确地处理肃反问题,也不能正确地估计
我们的肃反工作。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第一三页
不同质的矛盾,只有用不同质的方法 才能解决。例如,无产阶级和资产阶级的 矛盾,用社会主义革命的方法去解决;人 民大众和封建制度的矛盾,用民主革命的 方法去解决;殖民地和帝国主义的矛盾, 用民族革命战争的方法去解决;在社会主 义社会中工人阶级和农民阶级的矛盾,用 农业集体化和农业机械化的方法去解决; 共产党内部的矛盾,用批评和自我批评的 方法去解决;社会和自然的矛盾,用发展 生产力的方法去解决。……用不同的方法 去解决不同的矛盾,这是马克思列宁主义
者必须严格地遵守的一个原则。
《矛盾论》(一九三七年八月),《毛泽东 选集》第一卷第二九九页
敌我之间和人民内部这两类矛盾的 性质不同,解决的方法也不同,简单地说 起来,前者是分清敌我的问题,后者是分 清是非的问题。当然,敌我问题也是一种 是非问题。比如我们同帝国主义、封建主 义、官僚资本主义这些内外反动派,究竟 谁是谁非,也是是非问题,但是这是和人 民内部问题性质不同的另一类是非问题。
《关于正确处理人民内部矛盾的总是》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第三页
凡属于思想性质的问题,凡属于人民 内部的争论问题,只能用民主的方法去解 决,只能用讨论的方法、批评的方法、说 服教育的方法去解决,而不能用强制的、 压服的方法去解决。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第六页
人民为了有效地进行生产、进行学习 和有秩序地过生活,要求自己的政府、生 产的领导者、文化教育机关的领导者发布 各种适当的带强制性的行政命令。没有这 种行政命令,社会秩序就无法维持,这是 人们的常识所了解的。这同用说服教育的 方法去解决人民内部的矛盾,是相辅相成 的两个方面。为着维持社会秩序的目的而 发布的行政命令,也要伴之以说服教育, 单靠行政命令,在许多情况下就行不通。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第六页
资产阶级、小资产阶级,他们的思想 意识是一定要反映出来的。一定要在政治 问题和思想问题上,用各种办法顽强地表 现他们自己。要他们不反映不表现,是不 可能的。我们不应当用压制的办法不让他 们表现,而应当让他们表现,同时在他们 表现的时候,和他们辩论,进行适当的批 评。毫无疑问,我们应当批评各种各样的 错误思想。不加批评,看着错误思想到处 泛滥,任凭它们去占领市场,当然不行。 有错误就得批判,有毒草就得进行斗争。 但是这种批评不应当是教条主义的,不应 当用形而上学方法, 应当力求用辩证方 法。要有科学的分析,要有充分的说服力。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第二九页
对于人民的缺点是需要批评的,…… 但必须是真正站在人民的立场上,用保护 人民、教育人民的满腔热情来说话。如果 把同志当作敌人来对待,就是使自己站在 敌人的立场上去了。
《在延安文艺座谈会上的讲话》(一九四 二年五月),《毛泽东选集》第三卷第 八七四页
矛盾和斗争是普遍的、绝对的,但是 解决矛盾的方法,即斗争的形式,则因矛 盾的性质不同而不相同。有些矛盾具有公 开的对抗性,有些矛盾则不是这样。根据 事物的具体发展,有些矛盾是由原来还非 对抗性的,而发展成为对抗性的;也有些 矛盾则由原来是对抗性的,而发展成为非 对抗性的。
《矛盾论》(一九三七年八月),《毛泽东 选集》第一卷第三二三页
在一般情况下,人民内部的矛盾不是 对抗性的。但是如果处理得不适当,或者 失去警觉,麻痹大意,也可能发生对抗。 这种情况,在社会主义国家通常只是局部 的暂时的现象。这是因为社会主义国家消 灭了人剥削人的制度,人民的利益在根本 上是一致的。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第八页
在我们国家里,工人阶级同民族资产 阶级的矛盾属于人民内部的矛盾。工人阶 级和民族资产阶级的阶级斗争一般地属 于人民内部的阶级斗争,这是因为我国的 民族资产阶级有两面性。在资产阶级民主 革命时期,它有革命性的一面,又有妥协
性的一面。在社会主义革命时期,它有剥 削工人阶级取得利润的一面,又有拥护宪 法、愿意接受社会主义改造的一面。民族 资产阶级和帝国主义、地主阶级、官僚资 产阶级不同。工人阶级和民族资产阶级之 间存在着剥削和被剥削的矛盾,这本来是 对抗性的矛盾。 但是在我国的具体条件 下,这两个阶级的对抗性的矛盾如果处理 得当,可以转变为非对抗性的矛盾,可以 用和平的方法解决这个矛盾。如果我们处 理不当,不是对民族资产阶级采取团结、 批评、教育的政策,或者民族资产阶级不 接受我们的这个政策,那末工人阶级同民 族资产阶级之间的矛盾就会变成敌我之 间的矛盾。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第二——三页
社会主义国家内部的反动派同帝国 主义者互相勾结,利用人民内部的矛盾, 挑拨离间,兴风作浪,企图实现他们的阴 谋。匈牙利事件的这种教训,值得大家注 意。
《关于正确处理人民内部矛盾的问题》 (一九五七年二月二十七日),人民出 版社版第八页
IV. DIE RICHTIGE BEHANDLUNG DER WIDERSPRÜCHE IM VOLKE
Wir sehen uns zwei Arten von gesellschaftlichen Widersprüchen gegenüber Widersprüchen zwischen uns und dem Feind sowie Widersprüchen im Volke. Diese beiden Arten von Widersprüchen sind ihrem Wesen nach grundverschieden.
Über die richtige Behandlung der Widersprüche im Volke (27. Februar 1957)
Um die beiden verschiedenen Arten von Widersprüchen - gegenüber Widersprüchen zwischen uns und dem Feind sowie Widersprüchen im Volke - richtig zu verstehen, muß man sich vor allen Dingen darüber klarwerden, was unter "Volk" und was unter "Feind" zu verstehen ist . . . In der gegenwärtigen Etappe, in der Periode des Aufbaus des Sozialismus, gehören zum Volk alle Klassen, Schichten, gesellschaftlichen Gruppen, die den Aufbau des Sozialismus billigen, unterstützen und dafür arbeiten; dagegen sind alle gesellschaftlichen Kräfte und Gruppen, die sich der sozialistischen Revolution widersetzen, die dem Aufbau des Sozialismus feindlich gesinnt sind und ihn zu untergraben versuchen, Feinde des Volkes.
Ebenda
Zu den Widersprüchen im Volke gehören unter den gegenwärtig in China bestehenden Verhältnissen: Widersprüche innerhalb der Arbeiterklasse, Widersprüche innerhalb der Bauernschaft, Widersprüche innerhalb der Intelligenz, Widersprüche zwischen der Arbeiterklasse und der Bauernschaft, Widersprüche zwischen Arbeitern und Bauern einerseits und der Intelligenz anderseits, Widersprüche zwischen der Arbeiterklasse und anderen Werktätigen einerseits und der nationalen Bourgeoisie anderseits, Widersprüche innerhalb der nationalen Bourgeoisie usw. Unsere Volksregierung ist eine Regierung, die wirklich die Interessen des Volkes vertritt und dem Volke dient, doch bestehen auch gewisse Widersprüche zwischen der Regierung und den Volksmassen. Zu diesen Widersprüchen gehören wechselseitige Widersprüche zwischen den Interessen des Staates, der Kollektive und der Einzelpersonen, Widersprüche zwischen Demokratie und Zentralismus, zwischen Führenden und Geführten sowie Widersprüche zwischen gewissen Funktionären des Staates mit bürokratischem Arbeitsstil und den Massen. All das sind auch Widersprüche im Volke. Im allgemeinen sind die Widersprüche im Volke solche, die auf ' dem Boden der grundlegenden Einheit der Interessen des Volkes entstehen.
Ebenda
Die Widersprüche zwischen uns und den: Feind sind antagonistische Widersprüche. Was die Widersprüche im Volk betrifft, sind die unter den Werktätigen nicht antagonistisch, während die Widersprüche zwischen den Klassen der Ausgebeuteten und der Ausbeuter neben ihrem antagonistischen auch einen nichtantagonistischen Aspekt haben.
Ebenda
Wie soll man im politischen Leben unseres Volkes entscheiden, was an unseren Worten und Taten richtig oder falsch ist? Entsprechend den Grundsätzen unserer Verfassung, dem Willen der überwältigenden Mehrheit unseres Volkes und den gemeinsamen politischen Stellungnahmen, die von den verschiedenen Parteien und Gruppen unseres Landes bei zahlreichen Gelegenheiten verkündet wurden, können dafür unserer Meinung nach ungefähr folgende Kriterien angegeben werden: Diese Worte und Taten sind richtig, wenn sie
1. dazu beitragen, das aus verschiedenen Nationalitäten bestehende Volk zu einigen, und es nicht spalten;
2. die sozialistische Umgestaltung und den Aufbau des Sozialismus fördern und nicht schädigen;
3. dazu beitragen, die demokratische Diktatur des Volkes zu festigen, und sie nicht unterminieren oder schwächen;
4. dazu beitragen, den demokratischen Zentralismus zu stärken, und ihn nicht unterminieren oder schwächen;
5. dazu beitragen, die Führung durch 1 die Kommunistische Partei zu stärken, und sie nicht abschütteln oder schwächen;
6. die internationale sozialistische Einheit und die internationale Solidarität aller friedliebenden Völker fördern und nicht schädigen.
Die wichtigsten dieser sechs Kriterien sind der sozialistische Weg und die Führung durch die Partei.
Ebenda
Widersprüche zwischen Gesellschaft und Natur werden mit der Methode der Entwicklung der Produktivkräfte gelöst . . . Die Lösung verschiedener Widersprüche mit Hilfe verschiedener Methoden - das ist ein Prinzip, das die Marxisten-Leninisten streng einhalten müssen.
"Über den Widerspruch" (August 1937), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. I
Da die Widersprüche zwischen uns und dem Feind sowie die Widersprüche im Volk ihrem Wesen nach verschieden sind, müssen sie auch mit verschiedenen Methoden gelöst werden. Kurz gesagt, bei ersteren kommt es darauf an, einen klaren Trennungsstrich zwischen uns und dem Feind zu ziehen, während es bei letzteren darum geht, zwischen richtig und falsch zu unterscheiden. Gewiß, auch die Frage der Beziehungen zwischen uns und dem Feind ist eine Frage der Unterscheidung zwischen richtig und falsch. Zum Beispiel ist die Frage, wer recht hat, wir oder die in- und ausländischen Reaktionäre, das heißt die Imperialisten, die Feudalherren und die bürokratischen Kapitalisten, schließlich auch eine Frage der Unterscheidung zwischen richtig und falsch, aber sie unterscheidet sich ihrem Wesen nach von der Frage, was innerhalb des Volkes richtig oder falsch ist.
Über die richtige Behandlung der Widersprüche im Volke (27. Februar 1957)
Probleme ideologischen Charakters oder Streitfragen, die im Volke entstehen, können nur mit der Methode der Demokratie, mit der Methode der Diskussion, Kritik, Überzeugung und Erziehung, nicht aber durch Zwangs- und Unterdrückungsmaßnahmen gelöst werden.
Ebenda
Um erfolgreich produzieren, studieren und in geordneten Verhältnissen leben zu können, fordert das Volk von seiner Regierung, von den Leitern der Produktion und der Kultur- und Bildungsinstitutionen, daß sie geeignete administrative Anordnungen obligatorischen Charakters erlassen. Ohne derartige administrative Anordnungen ist die Aufrechterhaltung der öffentlichen Ordnung unmöglich, was auch für den gesunden Menschenverstand begreiflich ist. Die administrativen Anordnungen und die Methode der Überzeugung und Erziehung sind zwei Seiten, die einander bei der Lösung von Widersprüchen im Volke ergänzen. Administrative Weisungen, die für die Aufrechterhaltung der öffentlichen Ordnung erlassen werden, müssen von Überzeugungs- und Erziehungsarbeit begleitet sein; denn in vielen Fällen kann man mit administrativen Anordnungen allein nicht vorwärtskommen.
Ebenda
Die Ideologie der Bourgeoisie und des Kleinbürgertums wird bestimmt zum Ausdruck kommen. Sie wird sich in politischen und ideologischen Fragen mit allen Mitteln hartnäckig kundtun. Es ist unmöglich zu verhindern, daß sie an die Oberfläche kommt, sich äußert. Wir sollen keine Druckmittel anwenden, damit sie nicht zum Vorschein komme, sondern sie ans Tageslicht treten lassen; bei ihrem Auftreten müssen wir uns zugleich mit ihr auseinandersetzen und sie entsprechend kritisieren. Es kann nicht den geringsten Zweifel geben, daß wir falsche Ideen aller Art kritisieren müssen. Es geht natürlich nicht, sich der Kritik zu enthalten, untätig zuzuschauen, wie überall falsche Ansichten um sich greifen, und zu gestatten, daß sie das Feld beherrschen. Fehler müssen kritisiert und Giftpflanzen bekämpft werden, wo immer sie auftauchen. Aber eine solche Kritik soll nicht dogmatisch sein. Man darf sich dabei nicht einer metaphysischen Methode bedienen, sondern muß sich bemühen, die dialektische Methode anzuwenden. Was wir brauchen, ist eine wissenschaftliche Analyse, sind restlos überzeugende Argumente.
Ebenda
Es ist notwendig, die Mängel im Volk zu kritisieren, . . . aber dabei müssen wir wirklich auf dem Standpunkt des Volkes stehen, und unsere Worte müssen von dem heißen Bestreben durchdrungen sein, das Volk zu schützen und zu erziehen. Die eigenen Genossen wie Feinde behandeln heißt den Standpunkt des Feindes beziehen.
"Reden bei der Aussprache in Yenan über Literatur und Kunst" (Mai 1942), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. III
Die Widersprüche und der Kampf sind allgemein, absolut, doch die Methoden zur Lösung der Widersprüche, das heißt die Formen des Kampfes, sind je nach dem Charakter der Widersprüche verschieden. Manche Widersprüche weisen einen offen antagonistischen Charakter auf, andere nicht. Je nach der konkreten Entwicklung der Dinge werden manche ursprünglich nichtantagonistische Widersprüche zu antagonistischen, dagegen andere, ursprünglich antagonistische, zu nichtantagonistischen Widersprüchen.
"Über den Widerspruch" (August 1937), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. I
Unter gewöhnlichen Umständen sind Widersprüche im Volk nicht antagonistisch. Aber wenn man sie nicht richtig behandelt oder wenn man die Wachsamkeit verliert, sorglos und nachlässig wird, kann ein Antagonismus entstehen. In einem sozialistischen Land ist eine solche Entwicklung gewöhnlich nur lokaler und zeitweiliger Natur, und zwar weil dort das System der Ausbeutung des Menschen durch den Menschen abgeschafft worden ist und die Interessen des Volkes im Grunde einheitlich sind.
Über die richtige Behandlung der Widersprüche im Volke (27. Februar 1957)
In unserem Land gehört der Widerspruch zwischen der Arbeiterklasse und der nationalen Bourgeoisie zu den Widersprüchen im Volk. Der Klassenkampf zwischen der Arbeiterklasse und der nationalen Bourgeoisie gehört im allgemeinen zum Klassenkampf innerhalb des Volkes, da der Charakter der nationalen Bourgeoisie in unserem Land zwiespältig ist. In der Periode der bürgerlich-demokratischen Revolution war die nationale Bourgeoisie einerseits revolutionär und andererseits zu Kompromissen geneigt. In der Periode der sozialistischen Revolution beutet sie einerseits die Arbeiterklasse des Profits wegen aus, aber gleichzeitig unterstützt sie die Verfassung und ist bereit, die sozialistische Umgestaltung zu akzeptieren. Die nationale Bourgeoisie unterscheidet sich von den Imperialisten, der Grundherrenklasse und dem bürokratischen Kapital. Der Widerspruch zwischen der nationalen Bourgeoisie und der Arbeiterklasse, ein Widerspruch zwischen Ausbeutern und Ausgebeuteten, ist an und für sich antagonistisch. Aber unter den konkreten Bedingungen unseres Landes kann dieser antagonistische Klassenwiderspruch, wenn er richtig behandelt wird, in einen nichtantagonistischen umgewandelt und auf friedlichem Wege gelöst werden. Wenn wir ihn jedoch nicht richtig. behandeln und uns gegenüber der nationalen Bourgeoisie nicht der Politik des Zusammenschlusses, der Kritik und der Erziehung bedienen, oder wenn die nationale Bourgeoisie diese Politik nicht akzeptiert, kann sich der Widerspruch zwischen der Arbeiterklasse und der nationalen Bourgeoisie in einen Widerspruch zwischen uns und dem Feind verwandeln.
Ebenda
Die Reaktionäre in einem sozialistischen Lande nutzen im Bunde mit den Imperialisten die Widersprüche im Volke aus, um Zwietracht zu sähen, Verwirrung zu stiften und ihre tückischen Pläne zu verwirklichen. Diese Lehre aus den ungarischen Ereignissen verdient allgemeine Beachtung.
Ebenda
IV. LA JUSTE SOLUTION DES CONTRADICTIONS AU SEIN DU PEUPLE
Nous sommes en présence de deux types de contradictions sociales: les contradictions entre nous et nos ennemis et les contradictions au sein du peuple.
Ils sont de caractère tout à fait différent.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février I957).
Pour avoir une connaissance juste de ces deux types de contradictions — contradictions entre nous et nos ennemis et contradictions au sein du peuple —, il est tout d'abord nécessaire de préciser ce qu'il faut entendre par «peuple» et par «ennemis». ...
A l'étape actuelle, qui est la période de l'édification socialiste, toutes les classes et couches sociales, tous les groupes sociaux qui approuvent et soutiennent cette édification, et y participent, forment le peuple, alors que toutes les forces sociales et tous les groupes sociaux qui s'opposent à la révolution socialiste, qui sont hostiles à l'édification socialiste ou s'appliquent à la saboter, sont les ennemis du peuple.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février 1957).
Dans les conditions actuelles de notre pays, les contradictions au sein du peuple comprennent les contradictions au sein de la classe ouvrière, les contradictions au sein de la paysannerie, les contradictions parmi les intellectuels, les contradictions entre la classe ouvrière et la paysannerie, les contradictions qui opposent les ouvriers et les paysans aux intellectuels, les contradictions qui opposent les ouvriers et les autres travailleurs à la bourgeoisie nationale, les contradictions au sein de la bourgeoisie nationale, etc.
Notre gouvernement populaire est l'authentique représentant des intérêts du peuple, il est au service de celui-ci; mais entre lui et les masses il y a également des contradictions.
Ce sont notamment celles qui existent entre les intérêts de l'Etat, de la collectivité et de l'individu, entre la démocratie et le centralisme, entre les dirigeants et les dirigés, entre certains travailleurs de l'Etat au style de travail bureaucratique et les masses populaires.
Ce sont là aussi des contradictions au sein du peuple.
D'une façon générale, les contradictions au sein du peuple reposent sur l'identité fondamentale des intérêts du peuple.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février 1957).
Les contradictions entre nous et nos ennemis sont des contradictions antagonistes. Au sein du peuple, les contradictions entre travailleurs ne sont pas antagonistes et les contradictions entre classe exploitée et classe exploiteuse présentent, outre leur aspect antagoniste, un aspect non antagoniste.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février I957).
Comment déterminer, dans le cadre de la vie politique de notre peuple, si nos paroles et nos actes sont justes ou erronés?
Nous estimons que, d'après les principes de notre Constitution et conformément à la volonté de l'immense majorité de notre peuple et aux positions politiques communes proclamées à diverses occasions par nos partis politiques, il est possible de formuler, dans leurs traits généraux, les critères que voici: Est juste
1) ce qui favorise l'union du peuple de toutes les nationalités de notre pays et non ce qui provoque la division en son sein;
2) ce qui favorise la transformation et l'édification socialistes et non ce qui nuit à cette transformation et à cette édification;
3) ce qui favorise le renforcement de la dictature démocratique populaire et non ce qui sape ou affaiblit cette dictature;
4) ce qui favorise le renforcement du centralisme démocratique et non ce qui le sape ou l'affaiblit;
5) ce qui favorise le renforcement de la direction exercée par le Parti communiste et non ce qui rejette ou affaiblit cette direction;
6) ce qui favorise la solidarité internationale socialiste et la solidarité internationale de tous les peuples pacifiques et non ce qui porte préjudice à ces deux formes de solidarité.
De ces six critères, les plus importants sont celui de la voie socialiste et celui du rôle dirigeant du Parti.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février I957).
L'élimination des contre-révolutionnaires est une lutte qui appartient au domaine des contradictions entre nous et nos ennemis.
Parmi le peuple, il y a des gens qui voient cette question un peu autrement. Deux catégories de gens ont des vues qui diffèrent des nôtres.
Ceux qui ont des vues droitistes ne font pas de différence entre nous et nos ennemis, ils prennent les ennemis pour nos propres gens. Ils considèrent comme des amis ceux que les larges masses considèrent comme des ennemis.
Ceux qui ont des vues gauchistes étendent tellement le champ des contradictions entre nous et nos ennemis qu'ils y font entrer certaines contradictions au sein du peuple; ils considèrent comme des contre-révolutionnaires des personnes qui en réalité ne le sont pas.
Ces deux points de vue sont erronés.
Ils ne permettent ni l'un ni l'autre de résoudre correctement la question de l'élimination des contre-révolutionnaires, ni d'apprécier correctement les résultats de notre travail dans ce domaine.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février 1957).
Les contradictions qualitativement différentes ne peuvent se résoudre que par des méthodes qualitativement différentes.
Ainsi, la contradiction entre le prolétariat et la bourgeoisie se résout par la révolution socialiste; la contradiction entre les masses populaires et le régime féodal, par la révolution démocratique; la contradiction entre les colonies et l'impérialisme, par la guerre révolutionnaire nationale; la contradiction entre la classe ouvrière et la paysannerie, dans la société socialiste, par la collectivisation et la mécanisation de l'agriculture; les contradictions au sein du parti communiste se résolvent par la critique et l'autocritique; les contradictions entre la société et la nature, par le développement des forces productives. . . .
Résoudre les contradictions différentes par des méthodes différentes est un principe que les marxistes-léninistes doivent rigoureusement observer.
«De la contradiction» (Août 1937), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome I.
Comme les contradictions entre nous et nos ennemis et les contradictions au sein du peuple sont de nature différente, elles doivent être résolues par des méthodes différentes.
En somme, il s'agit, pour le premier type de contradictions, d'établir une claire distinction entre nous et nos ennemis, et, pour le second type, entre le vrai et le faux.
Bien entendu, établir une claire distinction entre nous et nos ennemis, c'est en même temps distinguer le vrai du faux.
Ainsi, par exemple, la question de savoir qui a raison et qui a tort — nous ou les forces réactionnaires intérieures et extérieures que sont l'impérialisme, le féodalisme et le capital bureaucratique — est également une question de distinction entre le vrai et le faux, mais elle est différente par sa nature des questions sur le vrai et le faux qui se posent au sein du peuple.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février 1957).
Toute question d'ordre idéologique, toute controverse au sein du peuple ne peut être résolue que par des méthodes démocratiques, par la discussion, la critique, la persuasion et l'éducation; on ne peut la résoudre par des méthodes coercitives et répressives.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février 1957).
Afin de pouvoir exercer une activité productrice efficace, étudier avec succès et vivre dans des conditions où règne l'ordre, le peuple exige de son gouvernement, des dirigeants de la production et des dirigeants des institutions culturelles et éducatives qu'ils émettent des ordres administratifs appropriés ayant un caractère de contrainte.
Le bon sens indique que sans ces derniers, il serait impossible de maintenir l'ordre dans la société.
Dans la solution des contradictions au sein du peuple, les ordres administratifs et les méthodes de persuasion et d'éducation se complètent mutuellement.
Même les ordres administratifs émis pour maintenir l'ordre dans la société doivent être accompagnés d'un travail de persuasion et d'éducation, car le seul recours aux ordres administratifs est, dans bien des cas, inefficace.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février 1957).
L'idéologie de la bourgeoisie et celle de la petite bourgeoisie trouveront sûrement à se manifester.
A coup sûr, ces deux classes s'obstineront à s'affirmer par tous les moyens, dans les questions politiques et idéologiques.
Il est impossible qu'il en soit autrement.
Nous ne devons pas recourir à des méthodes de répression pour les empêcher de s'exprimer; nous devons le leur permettre, et en même temps engager un débat avec elles et critiquer leurs idées de façon appropriée.
Il est hors de doute que nous devons soumettre à la critique toute espèce d'idées erronées.
Certes, on aurait tort de ne pas critiquer les idées erronées et de les regarder tranquillement se répandre partout et s'emparer du marché — toute erreur est à critiquer, toute herbe vénéneuse est à combattre —, mais cette critique ne doit pas être dogmatique; il faut écarter la méthode métaphysique et faire tout son possible pour employer la méthode dialectique.
Une analyse scientifique et une argumentation pleinement convaincante sont ici de rigueur. «De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février I957).
Il faut critiquer les défauts du peuple, mais il faut le faire en partant véritablement de la position du peuple; notre critique doit être inspirée par le désir ardent de le défendre et de l'éduquer.
Traiter ses camarades comme on traite l'ennemi, c'est adopter la position de ce dernier.
«Interventions aux causeries sur la littérature et l'art à Yenan» (Mai 1942), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome III.
Les contradictions et la lutte sont universelles, absolues, mais les méthodes pour résoudre les contradictions, c'est-à-dire les formes de lutte, varient selon le caractère de ces contradictions: certaines contradictions revêtent le caractère d'un antagonisme déclaré, d'autres non.
Suivant le développement concret des choses et des phénomènes, certaines contradictions primitivement non antagonistes se développent en contradictions antagonistes, alors que d'autres, primitivement antagonistes, se développent en contradictions non antagonistes.
«De la contradiction» (Août 1937}, Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome I.
Dans les conditions habituelles, les contradictions au sein du peuple ne sont pas antagonistes.
Cependant, elles peuvent le devenir si on ne les règle pas d'une façon correcte ou si l'on manque de vigilance et qu'on se laisse aller à l'insouciance et à la négligence.
Dans les pays socialistes, ce phénomène n'est habituellement que partiel et temporaire.
La raison en est que le système de l'exploitation de l'homme par l'homme y est supprimé et que les intérêts du peuple y sont foncièrement identiques.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février I957).
Dans notre pays, les contradictions entre la classe ouvrière et la bourgeoisie nationale sont de celles qui se manifestent au sein du peuple.
La lutte de classes entre la classe ouvrière et la bourgeoisie nationale relève en général du domaine de la lutte de classes au sein du peuple, car, dans notre pays, la bourgeoisie nationale revêt un double caractère.
Dans la période de la révolution démocratique bourgeoise, elle présentait un caractère révolutionnaire, mais en même temps une tendance au compromis.
Dans la période de la révolution socialiste, elle exploite la classe ouvrière et en tire des profits, mais en même temps elle soutient la Constitution et se montre disposée à accepter la transformation socialiste.
Elle se distingue des impérialistes, des propriétaires fonciers et de la bourgeoisie bureaucratique.
Les contradictions qui l'opposent à la classe ouvrière sont des contradictions entre exploiteurs et exploités; elles sont certes de nature antagoniste.
Cependant, dans les conditions concrètes de notre pays, les contradictions antagonistes entre ces deux classes peuvent se transformer en contradictions non antagonistes et recevoir une solution pacifique si elles sont traitées de façon judicieuse.
Si les contradictions entre la classe ouvrière et la bourgeoisie nationale ne sont pas réglées correctement, c'est-à-dire si nous ne pratiquons pas à l'égard de celle-ci une politique d'union, de critique et d'éducation, ou si la bourgeoisie nationale n'accepte pas une telle politique, elles peuvent devenir des contradictions entre nous et nos ennemis.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février 1957).
Les réactionnaires à l'intérieur d'un pays socialiste, de connivence avec les impérialistes, cherchent à faire aboutir leur complot en exploitant les contradictions au sein du peuple pour fomenter la division et susciter le désordre.
Cette leçon des événements de Hongrie mérite notre attention.
«De la juste solution des contradictions au sein du peuple» (27 février I957).
IV. LA GIUSTA SOLUZIONE DELLE CONTRADDIZIONI IN SENO AL POPOLO
Abbiamo di fronte due tipi di contraddizioni sociali: quelle tra il nemico e noi e quelle in seno al popolo. Sono due tipi di contraddizioni di carattere completamente diverso.
“Sulla giusta soluzione delle contraddizioni in seno al popolo” (27 febbraio 1957).
Per comprendere esattamente questi due diversi tipi di contraddizioni contraddizioni tra il nemico e noi e contraddizioni in seno al popolo – è necessario innanzi tutto precisare cosa si intende per “popolo” e cosa per “nemico”. [...] Nella fase attuale, periodo dell’edificazione socialista, tutte le classi, tutti gli strati e gruppi sociali che approvano e sostengono questa edificazione, e vi prendono parte, formano il popolo, mentre tutte le forze sociali e tutti i gruppi sociali che si oppongono alla rivoluzione socialista, che sono ostili all’edificazione socialista o la sabotano, sono i nemici del popolo.
Ibidem.
Nelle condizioni attuali del nostro paese, le contraddizioni in seno al popolo comprendono le contraddizioni in seno alla classe operaia, le contraddizioni in seno alla classe contadina, le contraddizioni tra gli intellettuali, le contraddizioni tra la classe operaia e la classe contadina, le contraddizioni che oppongono gli operai e i contadini agli intellettuali, le contraddizioni che oppongono gli operai e gli altri lavoratori alla borghesia nazionale, le contraddizioni in seno alla borghesia nazionale, ecc. Il nostro governo popolare rappresenta veramente gli interessi del popolo, è un governo al servizio del popolo; ma tra esso e il popolo esistono ugualmente delle contraddizioni. Queste contraddizioni comprendono quelle esistenti tra gli interessi dello Stato, della collettività e dell’individuo, tra la democrazia e il centralismo, tra chi dirige e chi è diretto, tra certi funzionari dello Stato che praticano uno stile di lavoro burocratico e le masse popolari. Anche queste sono tutte contraddizioni
in seno al popolo. In generale, le contraddizioni in seno al popolo si basano sull’identità fondamentale degli interessi del popolo.
Ibidem.
Le contraddizioni tra il nemico e noi sono contraddizioni antagonistiche. In seno al popolo, le contraddizioni tra i lavoratori non sono antagonistiche e le contraddizioni tra classe sfruttata e classe sfruttatrice presentano, oltre al loro aspetto antagonistico, un aspetto non antagonistico.
Ibidem.
Come determinare, nel quadro della vita politica del nostro popolo, se le nostre parole e le nostre azioni sono giuste o errate? In base ai princìpi della nostra Costituzione e conformemente alla volontà della stragrande maggioranza del nostro popolo e alle posizioni politiche comuni proclamate in varie occasioni dai partiti e gruppi politici del nostro paese, riteniamo sia possibile formulare, nelle loro linee generali, i seguenti criteri:
1. Parole e azioni devono contribuire a unire, e non a dividere, il popolo delle varie nazionalità del nostro paese.
2. Parole e azioni devono favorire, e non danneggiare, la trasformazione e l’edificazione socialista.
3. Parole e azioni devono contribuire a consolidare, e non minare o indebolire, la dittatura democratica popolare.
4. Parole e azioni devono contribuire a consolidare, e non minare o indebolire, il centralismo democratico.
5. Parole e azioni devono contribuire a rafforzare, e non a scardinare o indebolire, la direzione del Partito Comunista.
6. Parole e azioni devono favorire, e non danneggiare, l’unità socialista internazionale e l’unità dei popoli amanti della pace nel mondo.
Di questi sei criteri, i più importanti sono quello della via socialista e quello del ruolo dirigente del Partito.
Ibidem.
L'eliminazione dei controrivoluzionari è una lotta che rientra nel campo delle contraddizioni tra il nemico e noi. Tra il popolo vi è chi vede
questa questione un po' diversamente. Due categorie di persone hanno punti di vista diversi dai nostri. Coloro che hanno vedute di destra non fanno nessuna distinzione tra noi e i nostri nemici, scambiano il nemico per il nostro popolo. Considerano amici proprio quelli che le larghe masse considerano nemici. Coloro che hanno vedute di “sinistra” allargano talmente il campo delle contraddizioni tra il nemico e noi che vi fanno entrare certe contraddizioni in seno al popolo e considerano controrivoluzionari persone che in realtà non lo sono. Questi due punti di vista sono errati. Né l’uno né l’altro permettono di risolvere correttamente la questione dell’eliminazione dei controrivoluzionari, né valutare correttamente i risultati del nostro lavoro in questo senso.
Ibidem.
Contraddizioni qualitativamente differenti possono essere risolte solo con metodi qualitativamente differenti. Per esempio, la contraddizione tra il proletariato e la borghesia si risolve con il metodo della rivoluzione socialista; la contraddizione tra le masse popolari e il sistema feudale, con il metodo della rivoluzione democratica; la contraddizione tra le colonie e l’imperialismo, con il metodo della guerra rivoluzionaria nazionale; la contraddizione tra la classe operaia e la classe contadina, nella società socialista, con il metodo della collettivizzazione e la meccanizzazione dell’agricoltura; le contraddizioni in seno al Partito Comunista si risolvono con il metodo della critica e dell’autocritica; la contraddizione tra la società e la natura, con il metodo dello sviluppo delle forze produttive. [...] Risolvere le contraddizioni differenti con metodi differenti è un principio che i marxisti-leninisti devono rigorosamente osservare.
“Sulla contraddizione” (agosto 1937), Opere Scelte, Vol. I.
Poiché le contraddizioni tra il nemico e noi e le contraddizioni in seno al popolo sono di natura differente, esse devono essere risolte con metodi differenti. Si tratta, in breve, per il primo tipo di contraddizioni, di stabilire una chiara distinzione tra il nemico e noi, e, per il secondo tipo, tra il giusto e l’errato. Naturalmente, stabilire una chiara distinzione tra il nemico e noi significa nello stesso tempo distinguere il giusto dall’errato. Per esempio, la questione di chi è nel giusto, noi o i reazionari
dell’interno e dell’esterno – gli imperialisti, i feudatari e i capitalisti burocratici – è anche una questione di distinzione tra giusto e errato, ma per sua natura appartiene a una categoria diversa dalla questione del giusto e dell’errato in seno al popolo.
“Sulla giusta soluzione delle contraddizioni in seno al popolo” (27 febbraio 1957).
Ogni questione di natura ideologica, ogni questione controversa in seno al popolo non può essere risolta che con il metodo democratico, il metodo della discussione, della critica, della persuasione e dell’educazione, e non con quello della coercizione e della repressione.
Ibidem.
Per essere in grado di portare avanti la produzione e lo studio in maniera efficace e per organizzare la propria vita nel modo giusto, il popolo esige che il suo governo e coloro che dirigono la produzione e le istituzioni culturali e scolastiche emanino appropriati provvedimenti amministrativi di natura coercitiva. Il buon senso indica che il mantenimento dell’ordine pubblico sarebbe impossibile senza tali regolamenti amministrativi. Nel risolvere le contraddizioni in seno al popolo, i provvedimenti amministrativi e i metodi di persuasione e d’educazione si completano a vicenda. Anche i regolamenti amministrativi diretti a mantenere l’ordine pubblico devono essere accompagnati dalla persuasione e dall’educazione, poiché in molti casi i soli regolamenti amministrativi sono inefficaci.
Ibidem.
Inevitabilmente la borghesia e la piccola borghesia manifestano la loro ideologia. Inevitabilmente esse si ostineranno a esprimersi su questioni politiche e ideologiche con ogni mezzo possibile. Non possiamo aspettarci che agiscano altrimenti. Non dobbiamo ricorrere al metodo della repressione per impedire loro di esprimersi, ma dobbiamo permettere che lo facciano e al tempo stesso discutere con loro e criticarle in maniera idonea. Dobbiamo indubbiamente criticare le idee sbagliate di ogni tipo. Non sarebbe certamente giusto astenersi dal criticarle e lasciare che si diffondano incontrollate e si impadroniscano
del campo. Gli errori devono essere criticati, le erbe velenose estirpate ovunque appaiano. Ma questa critica non deve essere dogmatica; non bisogna applicare il metodo metafisico, ma sforzarsi di ricorrere al metodo dialettico. Ciò che si richiede è un’analisi scientifica e un’argomentazione convincente.
Ibidem.
I difetti del popolo vanno criticati, ma nel farlo dobbiamo veramente essere sulle posizioni del popolo, e la nostra critica deve partire dal desiderio ardente di proteggerlo ed educarlo. Trattare i compagni come nemici vuol dire porsi sulle stesse posizioni del nemico.
“Discorsi pronunciati alla Conferenza di Yenan sulla letteratura e l’arte” (maggio 1942), Opere Scelte, Vol. III.
La contraddizione e la lotta sono universali e assolute, ma i metodi per risolvere la contraddizione, ossia le forme di lotta, variano a seconda del carattere di questa contraddizione. Alcune contraddizioni sono caratterizzate da un aperto antagonismo, altre no. Conformemente allo sviluppo concreto delle cose, alcune contraddizioni inizialmente non antagonistiche si sviluppano in contraddizioni antagonistiche, mentre altre, inizialmente antagonistiche, si sviluppano in contraddizioni non antagonistiche.
“Sulla contraddizione” (agosto 1937), Opere Scelte, Vol. I.
In circostanze normali, le contraddizioni in seno al popolo non sono antagonistiche. Ma se non sono trattate in modo giusto o allentiamo la vigilanza e non stiamo in guardia, può sorgere un antagonismo. In un paese socialista, un tale sviluppo è generalmente solo un fenomeno localizzato e temporaneo. La ragione è che il sistema di sfruttamento dell’uomo sull’uomo è stato abolito e che gli interessi del popolo sono fondamentalmente gli stessi.
“Sulla giusta soluzione delle contraddizioni in seno al popolo” (27 febbraio 1957).
Nel nostro paese, le contraddizioni tra la classe operaia e la borghesia nazionale fanno parte della categoria delle contraddizioni in seno al
popolo. In genere, la lotta di classe tra classe operaia e borghesia nazionale è una lotta di classe in seno al popolo, in quanto la borghesia nazionale cinese ha un duplice carattere. Nel periodo della rivoluzione democratica borghese, presentava un carattere rivoluzionario e al tempo stesso un carattere tendente al compromesso. Nel periodo della rivoluzione socialista, lo sfruttamento della classe operaia a scopo di profitto rappresenta un aspetto del carattere della borghesia nazionale, mentre il suo appoggio alla Costituzione e la sua inclinazione ad accettare la trasformazione socialista rappresentano l’altro aspetto. La borghesia nazionale differisce dagli imperialisti, dalla classe dei proprietari fondiari e dai capitalisti burocratici. La contraddizione tra la borghesia nazionale e la classe operaia è una contraddizione tra gli sfruttatori e gli sfruttati, e, per natura, è antagonistica. Ma nelle condizioni concrete della Cina, questa contraddizione di classe di natura antagonistica può essere trasformata, se trattata nel modo giusto, in contraddizione non antagonistica ed essere risolta con metodi pacifici. Ma essa si trasformerà in contraddizione tra il nemico e noi se non la trattiamo nel modo giusto e non seguiamo nei confronti della borghesia nazionale una politica di unità, di critica e d’educazione o se la borghesia nazionale non accetta una tale politica.
Ibidem.
I reazionari all’interno di un paese socialista, in connivenza con gli imperialisti, approfittano delle contraddizioni in seno al popolo per fomentare discordie e creare disordini allo scopo di far trionfare il loro complotto. Questa lezione tratta dai fatti d’Ungheria merita la nostra attenzione.
Ibidem.
English
Chapter 4. The Correct Handling of Contradictions Among the People (正確處理人民內部矛盾)
There are at least two basic types of contradictions: antagonistic contradictions that exist between communist countries and their capitalist neighbors and between the people and the enemies of the people, and contradictions among the people themselves, individuals who are not convinced of China’s new path, which should be handled in a democratic and non-antagonistic manner.
Deutsch
Kapitel 4. Die richtige Behandlung von Widersprüchen innerhalb des Volkes (正確處理人民內部矛盾)
Es gibt mindestens zwei grundlegende Arten von Widersprüchen: antagonistische Widersprüche, die zwischen kommunistischen Ländern und ihren kapitalistischen Nachbarn und zwischen dem Volk und den Feinden des Volkes bestehen, und Widersprüche innerhalb des Volkes selbst, Menschen, die nicht vom neuen Weg Chinas überzeugt sind, die auf demokratische und nicht-antagonistische Weise behandelt werden sollten.
Français
Chapitre 4. Le traitement correct des contradictions au sein du peuple (正確處理人民內部矛盾)
Il existe au moins deux types fondamentaux de contradictions : les contradictions antagonistes qui existent entre les pays communistes et leurs voisins capitalistes et entre le peuple et les ennemis du peuple, et les contradictions entre le peuple lui-même, les personnes qui ne sont pas convaincues de la nouvelle voie de la Chine, qui doivent être traitées de manière démocratique et non antagoniste.
Italiano
Capitolo 4. Il trattamento corretto delle contraddizioni tra il popolo (正確處理人民內部矛盾)
Esistono almeno due tipi fondamentali di contraddizioni: le contraddizioni antagonistiche che esistono tra i paesi comunisti e i loro vicini capitalisti e tra il popolo e i nemici del popolo, e le contraddizioni tra il popolo stesso, persone non convinte del nuovo percorso della Cina, che devono essere trattate in modo democratico e non antagonista.
El tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo
El capítulo 4 del «Libro de Citas del Presidente Mao Zedong», titulado «El tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo (正確處理人民內部矛盾)», aborda la compleja dinámica de las contradicciones en una sociedad en transformación. Mao distingue entre las contradicciones antagónicas y las no antagónicas, destacando la importancia de manejar cada tipo de manera adecuada. Este capítulo, que contiene 16 citas, ofrece una guía sobre cómo tratar las diferencias internas para fortalecer la cohesión y avanzar en la construcción del socialismo.
El Capítulo 4 del Libro Rojo de Mao, titulado «El tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo», aborda un tema fundamental en la filosofía política maoísta. En este capítulo, Mao Zedong explora la naturaleza de las contradicciones en la sociedad china y propone métodos para abordarlas de manera efectiva. A continuación, exploramos los aspectos más relevantes de este capítulo.
Tipos de Contradicciones
Mao Zedong identifica dos tipos básicos de contradicciones en la sociedad:
- Contradicciones Antagónicas: Estas son las contradicciones que existen entre los países comunistas y sus vecinos capitalistas, y entre el pueblo y los enemigos del pueblo. Estas contradicciones son de naturaleza irreconciliable y requieren una solución firme y decidida, a menudo mediante la lucha.
- Contradicciones No Antagónicas: Estas son las contradicciones que existen entre el propio pueblo. Incluyen diferencias de opinión y conflictos de interés que no son irreconciliables y deben manejarse de manera democrática y no violenta.
Contradicciones Antagónicas
Las contradicciones antagónicas, según Mao, son aquellas que surgen de los intereses opuestos y fundamentalmente irreconciliables entre el socialismo y el capitalismo. Estas contradicciones se manifiestan en conflictos entre países con diferentes sistemas socioeconómicos y entre las fuerzas revolucionarias y contrarrevolucionarias dentro de un país. Mao subraya que estas contradicciones deben resolverse mediante la lucha revolucionaria, manteniendo una postura firme contra los enemigos del pueblo.
Mao identifica dos tipos principales de contradicciones: las antagónicas y las no antagónicas. Las contradicciones antagónicas son aquellas que existen entre los países comunistas y sus vecinos capitalistas, así como entre el pueblo y los considerados enemigos del pueblo. Estas contradicciones se caracterizan por un conflicto irreconciliable de intereses y requieren un enfoque más directo y, en ocasiones, confrontacional.
Contradicciones No Antagónicas
Las contradicciones no antagónicas, por otro lado, surgen entre las personas que, aunque pueden tener diferencias de opinión o intereses, no están fundamentalmente en oposición. Estas contradicciones son comunes en una sociedad en transición hacia el socialismo, donde diferentes grupos pueden tener puntos de vista y expectativas variadas sobre el camino a seguir. Mao enfatiza que estas contradicciones deben ser manejadas democráticamente, fomentando el diálogo y la participación para resolver las diferencias de manera constructiva.
Por otro lado, las contradicciones no antagónicas son aquellas que surgen entre el propio pueblo, incluyendo a personas que pueden no estar completamente convencidas del nuevo rumbo de China. Mao enfatiza que estas contradicciones deben tratarse de manera democrática y no antagónica, buscando el diálogo y la persuasión en lugar de la coerción.
Tratamiento Democrático de las Contradicciones Internas
Mao Zedong propone un enfoque democrático para tratar las contradicciones no antagónicas dentro del pueblo. Esto incluye:
- Debate y Crítica Constructiva: Fomentar el debate abierto y la crítica constructiva como medios para resolver diferencias y encontrar soluciones.
- Educación y Persuasión: Utilizar la educación y la persuasión para guiar a las personas hacia un entendimiento común y un apoyo más fuerte a las políticas socialistas.
- Unidad y Progreso: Trabajar para mantener la unidad entre el pueblo y avanzar juntos hacia los objetivos comunes del socialismo.
El capítulo contiene 16 citas cuidadosamente seleccionadas que ilustran los puntos clave de la teoría de Mao sobre las contradicciones. Estas citas abordan temas como la importancia de distinguir entre los dos tipos de contradicciones, los métodos para resolver las contradicciones no antagónicas, y la necesidad de mantener la unidad del pueblo en el proceso de construcción del socialismo.
Mao argumenta que el manejo adecuado de las contradicciones es esencial para el progreso de la revolución y la construcción del socialismo en China. Sostiene que ignorar o suprimir las contradicciones no antagónicas puede llevar a que estas se intensifiquen y se conviertan en antagónicas, lo que podría amenazar la estabilidad y el desarrollo del país.
Conclusión
El capítulo «El tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo» del «Libro de Citas del Presidente Mao Zedong» proporciona una guía valiosa para manejar las diferencias internas en una sociedad en transición hacia el socialismo. A través de sus 16 citas, Mao Zedong articula la necesidad de distinguir entre contradicciones antagónicas y no antagónicas, y la importancia de resolver las contradicciones internas de manera democrática. Este enfoque es esencial para mantener la unidad del pueblo y avanzar en la construcción de una sociedad socialista.
En este capítulo, Mao también aborda la importancia de la crítica y la autocrítica como herramientas para resolver las contradicciones dentro del partido y entre el partido y las masas. Argumenta que estos métodos pueden ayudar a corregir errores, mejorar el trabajo del partido y fortalecer los lazos con el pueblo.
El pensamiento de Mao sobre las contradicciones refleja su visión dialéctica de la sociedad y la política. Reconoce que el conflicto y la contradicción son inevitables en cualquier proceso de cambio social, pero sostiene que estos pueden ser gestionados y utilizados de manera constructiva para impulsar el desarrollo y la revolución.
Es importante señalar que este capítulo del Libro Rojo de Mao ha tenido una influencia significativa en la teoría y práctica política china, y su relevancia se extiende más allá de las fronteras de China, influyendo en movimientos revolucionarios y de izquierda en todo el mundo.
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