27. Crítica y autocrítica (批評和自我批評)

Capítulo 27. La crítica es un elemento esencial del método dialéctico marxista, crucial para el mejoramiento del Partido; por lo tanto, los comunistas no deben temerla, sino practicarla abiertamente.

Crítica y autocrítica (批評和自我批評)

XXVII. CRITICA Y AUTOCRITICA

El Partido Comunista no teme la crítica porque somos marxistas, la verdad está de nuestro lado y las masas básicas, los obreros y campesinos, están con nosotros.

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda (12 de marzo de 1957) [Obras Escogidas, t. V].

Los materialistas consecuentes son intrépidos; esperamos que todos los que luchan a nuestro lado asuman valientemente sus responsabilidades, superen las dificultades y no tengan miedo a los reveses o las burlas, ni vacilen en criticarnos a nosotros, los comunistas, y brindarnos sus sugerencias. Quien no teme morir cortado en mil pedazos, se atreve a desmontar al emperador: éste es el espíritu intrépido que necesitamos en nuestra lucha por el socialismo y el comunismo.

Ibíd.

Tenemos el arma marxista-leninista de la crítica y la autocrítica. Podemos deshacernos del mal estilo y conservar el bueno.

Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (5 de marzo de 1949), Obras Escogidas, t. IV.

La concienzuda práctica de la autocrítica es otro rasgo que distingue a nuestro Partido de los demás partidos políticos. Hemos dicho que la habita- ción se debe limpiar regularmente, porque de otra manera se amontonará el polvo, y que tenemos que lavarnos la cara regularmente, porque de otra manera se nos cubrirá de mugre. La mente de nuestros camaradas y el trabajo de nuestro Partido pueden cubrirse de polvo y deben ser limpiados y lavados. El agua corriente no se corrompe y a los goznes de la puerta no los carcomen los gusanos. Este proverbio expresa cómo el movimiento constante impide el ataque de los microbios y otros organismos. Revisar regularmente nuestro trabajo, desarrollar durante el proceso de revisión el estilo democrático de trabajo, no temer a la crítica ni a la autocrítica y aplicar aquellas máximas populares chinas tan buenas como di todo lo que sepas y dilo sin reservas, no culpes al que hable, antes bien, toma sus palabras como una advertencia y corrige tus errores, si los has cometido, y guárdate de ellos si no has cometido ninguno: he aquí la única forma eficaz de evitar que el polvo y microbios políticos infecten la mente de nuestros camaradas y el cuerpo de nuestro Partido.

Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas, t. III.

Dentro del Partido se producen constantemente oposición y lucha entre diferentes ideas. Esto es un reflejo, en el Partido, de las contradicciones entre las clases y entre lo nuevo y lo viejo en la sociedad. Si en el Partido no hubiera contradicciones ni luchas ideológicas para resolverlas, la vida del Partido tocaría a su fin.

Sobre la contradicción (agosto de 1937), Obras Escogidas, t. I.

Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma que garantiza la unidad interna del Partido y demás organizaciones revolucionarias en beneficio de nuestro combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma.

Pero el liberalismo rechaza la lucha ideológica y propugna una paz sin principios, dando origen a un estilo decadente y filisteo, que conduce a la degeneración política de ciertas entidades y miembros en el Partido y demás organizaciones revolucionarias.

Contra el liberalismo (7 de septiembre de 1937), Obras Escogidas, t. II.

Al luchar contra el subjetivismo, el sectarismo y el estilo de clisé del Partido, debemos tener presentes dos principios: primero, sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro, y segundo, tratar la enfermedad para salvar al paciente. Hay que poner al descubierto, sin tener consideraciones con nadie, todos los errores pasados, y analizar y criticar en forma científica todo lo malo en el pasado, para que en el futuro el trabajo se realice más cuidadosamente y mejor. Eso es lo que quiere decir sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro. Pero, al denunciar los errores y criticar los defectos, lo hacemos, igual que un médico trata un caso, únicamente para salvar al paciente y no para matarlo. Una persona con apendicitis se salvará si el cirujano le extrae el apéndice. Si una persona que ha cometido errores no oculta su enfermedad por temor al tratamiento, ni persiste en sus errores hasta hacerse incurable, sino que, honesta y sinceramente, desea curarse y enmendarse, debemos acogerla y curarle la enfermedad para que se convierta en un buen camarada. Jamás podremos lograr éxito si nos dejamos llevar por un impulso momentáneo y la fustigamos sin mesura. No se puede tratar con imprudencia enfermedades ideológicas o políticas; hay que adoptar el único método adecuado y eficaz: tratar la enfermedad para salvar al paciente.

Rectifiquemos el estilo de trabajo en el Partido (1° de febrero de 1942), Obras Escogidas, t. III.

Con relación a la critica en el seno del Partido, es preciso mencionar otro punto: algunos camaradas, al hacer críticas, pasan por alto las cuestiones importantes y limitan su atención a las mezquinas. No comprenden que la tarea principal de la crítica es indicar los errores políticos y de organización. Por lo que respecta a los defectos personales, a menos que estén vinculados a errores políticos y de organización, no hay que censurarlos demasiado para no sumir a los camaradas en el desconcierto. Además, si semejante crítica se desarrolla la atención de los miembros del partido se concentrará exclusivamente en defectos de poca monta, y todos se volverán tímidos y cautelosos y olvidarán las tareas políticas del Partido. Esto es un grave peligro.

Sobre la rectificación de las ideas erróneas en el Partido (diciembre de 1929), Obras Escogidas, t. I.

En la critica en el seno del Partido, debemos guardarnos del subjetivismo, los juicios arbitrarios y la banalización de la crítica; toda afirmación debe fundarse en hechos y toda crítica debe tener sentido político.

Ibíd.

La crítica dentro del Partido es un arma para fortalecer sus organizaciones y aumentar su capacidad de combate. Sin embargo, en la organización del Partido en el Ejército Rojo, la crítica no siempre tiene este carácter: a veces se convierte en ataque personal. A consecuencia de ello, no sólo se perjudica a los individuos, sino también a la organización del Partido. Esta es una manifestación de individualismo pequeño-burgués. El método para corregirla es ayudar a los miembros del Partido a comprender que la critica tiene por objeto aumentar la capacidad de combate del Partido a fin de lograr la victoria en la lucha de clases, y que no debe utilizarse para realizar ataques personales.

Ibíd.

Porque servimos al pueblo, no tememos que se nos señalen y critiquen los defectos que tengamos. Cualquiera, sea quien fuere, puede señalar nuestros defectos. Si tiene razón, los corregiremos. Si lo que se propone beneficia al pueblo, actuaremos de acuerdo con ello.

Servir al pueblo (8 de septiembre de 1944), Obras Escogidas, t. III.

Los comunistas chinos, que en todas nuestras acciones partimos de los intereses supremos de las grandes masas del pueblo chino, estamos convencidos de la completa justicia de nuestra causa, no nos detenemos ante ningún sacrificio personal y estamos dispuestos en todo momento a dar nuestras vidas por esta causa, ¿cómo podríamos entonces ser reacios a desprendernos de las ideas, puntos de vista, opiniones o métodos que no respondan a las necesidades del pueblo? ¿Cómo podríamos alegrarnos de que el polvo y microbios políticos ensucien nuestros limpios rostros e infecten nuestros sanos cuerpos? Incontables mártires revolucionarios han ofrendado sus vidas por los intereses del pueblo, y a los vivos se nos llena de dolor el corazón cada vez que les recordamos. ¿Habrá interés personal que no podamos sacarificar o error que no podamos superar?

Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945), Obras Escogidas, t. III.

Nunca debemos sentirnos satisfechos con nuestros éxitos. Debemos refrenar la autosatisfacción y criticar constantemente nuestros defectos, al igual que nos lavamos la cara y barremos el suelo diariamente para quitar el polvo y mantenerlos limpios.

Organicémonos (29 de noviembre de 1943), Obras Escogidas, t. III.

La critica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por el hábito de criticar sólo después de consumados los hechos.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola (31 de julio de 1955), [Obras Escogidas, t. V].

Aleccionados por los errores y reveses, hemos aguzado nuestro ingenio y manejamos mejor nuestros asuntos. Es difícil para cualquier partido político o persona evitar los errores, pero debemos tratar de cometer los menos posibles. Si cometemos un error, debemos corregirlo, y cuanto más rápidamente y más a fondo, mejor.

Sobre la dictadura democrática popular (30 de junio de 1949), Obras Escogidas, t. IV.

27. CRITICISM AND SELF-CRITICISM

The Communist Party does not fear criticism because we are Marxists, the truth is on our side, and the basic masses, the workers and peasants, are on our side.

"Speech at the Chinese Communist Party's National Conference on Propaganda Work" (March 12, 1957), 1st pocket ed., p. 14.

Thoroughgoing materialists are fearless; we hope that all our fellow fighters will courageously shoulder their responsibilities and overcome all difficulties, fearing no setbacks or gibes, nor hesitating to criticize us Communists and give us their suggestions. "He who is not afraid of death by a thousand cuts dares to unhorse the emperor" - this is the indomitable spirit needed in our struggle to build socialism and communism.

Ibid., p. 16.

We have the Marxist-Leninist weapon of criticism and self-criticism. We can get rid of a bad style and keep the good.

"Report to the Second Plenary Session of the Seventh Central Committee of the Communist Party of China" (March 5, 1949), Selected Works, Vol. IV, p. 374.

Conscientious practice of self-criticism is still another hallmark distinguishing our Party from all other political parties. As we say, dust will accumulate if a room is not cleaned regularly, our faces will get dirty if they are not washed regularly. Our comrades' minds and our Party's work may also collect dust, and also need sweeping and washing. The proverb "Running water is never stale and a door-hinge is never worm-eaten" means that constant motion prevents the inroads of germs and other organisms. To check up regularly on our work and in the process develop a democratic style of work, to fear neither criticism nor self-criticism, and to apply such good popular Chinese maxims as "Say all you know and say it without reserve", "Blame not the speaker but be warned by his words" and "Correct mistakes if you have committed them and guard against them if you have not" - this is the only effective way to prevent all kinds of political dust and germs from contaminating the minds of our comrades and the body of our Party.

"On Coalition Government" (April 24, 1945), Selected Works, Vol. III, pp. 316-17.

Opposition and struggle between ideas of different kinds constantly occur within the Party; this is a reflection within the Party of contradictions between classes and between the new and the old in society. If there were no contradictions in the Party and no ideological struggles to resolve them, the Party's life would come to an end.

"On Contradiction" (August Selected Works, Vol. I, p. 317. 1937),

We stand for active ideological struggle because it is the weapon for ensuring unity within the Party and the revolutionary organizations in the interest of our fight. Every Communist and revolutionary should take up this weapon.

But liberalism rejects ideological struggle and stands for unprincipled peace, thus giving rise to a decadent, philistine attitude and bringing about political degeneration in certain units and individuals in the Party and the revolutionary organizations.

"Combat Liberalism" (September 7, 1937), Selected Works, Vol. II, p. 31.

In opposing subjectivism, sectarianism and stereotyped Party writing we must have in mind two purposes: first, "learn from past mistakes to avoid future ones", and second, "cure the sickness to save the patient". The mistakes of the past must be exposed without sparing anyone's sensibilities; it is necessary to analyse and criticize what was bad in the past with a scientific attitude so that work in the future will be done more carefully and done better. This is what is meant by "learn from past mistakes to avoid future ones". But our aim in exposing errors and criticizing shortcomings, like that of a doctor curing a sickness, is solely to save the patient and not to doctor him to death. A person with appendicitis is saved when the surgeon removes his appendix. So long as a person who has made mistakes does not hide his sickness for fear of treatment or persist in his mistakes until he is beyond cure, so long as he honestly and sincerely wishes to be cured and to mend his ways, we should welcome him and cure his sickness so that he can become a good comrade. We can never succeed if we just let ourselves go and lash out at him. In treating an ideological or a political malady, one must never be rough and rash but must adopt the approach of "curing the sickness to save the patient", which is the only correct and effective method.

"Rectify the Party's Style of Work" (February 1, 1942), Selected Works, Vol. III, p. 50.*

Another point that should be mentioned in connection with inner-Party criticism is that some comrades ignore the major issues and confine their attention to minor points when they make their criticism. They do not understand that the main task of criticism is to point out political and organizational mistakes. As to personal shortcomings, unless they are related to political and organizational mistakes, there is no need to be overcritical or the comrades concerned will be at a loss as to what to do. Moreover, once such criticism develops, there is the great danger that within the Party attention will be concentrated exclusively on minor faults, and everyone will become timid and overcautious and forget the Party's political tasks.

"On Correcting Mistaken Ideas in the Party" (December 1929), Selected Works, Vol. I, pp. 111-12.*

In inner-Party criticism, guard against subjectivism, arbitrariness and the vulgarization of criticism; statements should be based on facts and criticism should stress the political side.

Ibid., p. 112.*

Inner-Party criticism is a weapon for strengthening the Party organization and increasing its fighting capacity. In the Party organization of the Red Army, however, criticism is not always of this character, and sometimes turns into personal attack. As a result, it damages the Party organization as well as individuals. This is a manifestation of petty-bourgeois individualism. The method of correction is to help Party members understand that the purpose of criticism is to increase the Party's fighting capacity in order to achieve victory in the class struggle and that it should not be used as a means of personal attack.

Ibid., p. 110.

If we have shortcomings, we are not afraid to have them pointed out and criticized, because we serve the people. Anyone, no matter who, may point out our shortcomings. If he is right, we will correct them. If what he proposes will benefit the people, we will act upon it.

"Serve the People" (September 8, 1941), Selected Works, Vol. III, P. 227.

As we Chinese Communists, who base all our actions on the highest interests of the broadest masses of the Chinese people and who are fully convinced of the justice of our cause, never balk at any personal sacrifice and are ready at all times to give our lives for the cause, can we be reluctant to discard any idea, viewpoint, opinion or method which is not suited to the needs of the people? Can we be willing to allow political dust and germs to dirty our clean faces or eat into our healthy organisms? Countless revolutionary martyrs have laid down their lives in the interests of the people, and our hearts are filled with pain as we the living think of them - can there be any personal interest, then, that we would not sacrifice or any error that we would not discard?

"On Coalition Government" (April 24, 1945), Selected Works, Vol. III, p. 317.*

We must not become complacent over any success. We should check our complacency and constantly criticize our shortcomings, just as we should wash our faces or sweep the floor every day to remove the dirt and keep them clean.

"Get Organized!" (November 29, 1943), Selected Works, Vol. III. p. 160.*

As for criticism, do it in good time; don't get into the habit of criticizing only after the event.

"On the Question of Agricultural Co-operation" (July 31, 1955), 3rd ed., p. 25.

Taught by mistakes and setbacks, we have become wiser and handle our affairs better. It is hard for any political party or person to avoid mistakes, but we should make as few as possible. Once a mistake is made, we should correct it, and the more quickly and thoroughly the better.

"On the People's Democratic Dictatorship" (June 30, 1949), Selected Works, Vol. IV, p. 422.

二十七、批评和自我批评

共产党是不怕批评的,因为我们是马 克思主义者,真理是在我们方面,工农基 本群众是在我们方面。

《在中国共产党全国宣传工作会议上的 讲话》(一九五七年三月十二日),人 民出版社版第一一页

彻底的唯物主义者是无所畏惧的,我 们希望一切同我们共同奋斗的人能够勇 敢地负起责任,克服困难,不要怕挫折, 不要怕有人议论讥笑,也不要怕向我们共 产党人提批评建议。“舍得一身剐,敢把 皇帝拉下马”,我们在为社会主义共产主 义而斗争的时候,必须有这种大无畏的精 神。

《在中国共产党全国宣传工作会议上的 讲话》(一九五七年三月十二日),人 民出版社版第一二——一三页

我们有批评和自我批评这个马克思 列宁主义的武器。 我们能够去掉不良作 风,保持优良作风。

《在中国共产党第七届中央委员会第二 次全体会议上的报告》(一九四九年三 月五日),《毛泽东选集》第四卷第一 四四零页

有无认真的自我批评,也是我们和其 他政党互相区别的显著的标志之一。我们 曾经说过,房子是应该经常打扫的,不打 扫就会积满了灰尘;脸是应该经常洗的, 不洗也就会灰尘满面。我们同志的思想, 我们党的工作,也会沾染灰尘的,也应该 打扫和洗涤。“流水不腐,户枢不蠹”,是 说它们在不停的运动中抵抗了微生物或 其他生物的侵蚀。对于我们,经常地检讨 工作,在检讨中推广民主作风,不惧怕批 评和自我批评,实行“知无不言,言无不

尽”,“言者无罪,闻者足戒”,“有则改之, 无则加勉”这些中国人民的有益的格言, 正是抵抗各种政治灰尘和政治微生物侵 蚀我们同志的思想和我们党的肌体的唯 一有效的方法。

《论联合政府》(一九四五年四月二十四 日),《毛泽东选集》第三卷第一零九 七页

党内不同思想的对立和斗争是经常 发生的,这是社会的阶级矛盾和新旧事物 的矛盾在党内的反映。党内如果没有矛盾 和解决矛盾的思想斗争,党的生命也就停 止了。

《矛盾论》(一九三七年八月),《毛泽东 选集》第一卷第二九四页

我们主张积极的思想斗争,因为它是 达到党内和革命团体内的团结使之利于

战斗的武器。每个共产党员和革命分子, 应该拿起这个武器。 但是自由主义取消思想斗争,主张无 原则的和平, 结果是腐朽庸俗的作风发 生,使党和革命团体的某些组织和某些个 人在政治上腐化起来。

《反对自由主义》(一九三七年九月七 日),《毛泽东选集》第二卷第三四七 页

我们反对主观主义、宗派主义、党八 股,有两条宗旨是必须注意的:第一是“惩 前毖后”,第二是“治病救人”。对以前的 错误一定要揭发,不讲情面,要以科学的 态度来分析批判过去的坏东西,以便使后 来的工作慎重些,做得好些。这就是“惩 前毖后”的意思。但是我们揭发错误、批

判缺点的目的,好像医生治病一样,完全 是为了救人,而不是为了把人整死。一个 人发了阑尾炎,医生把阑尾割了,这个人 就救出来了。任何犯错误的人,只要他不 讳疾忌医,不固执错误,以至于达到不可 救药的地步,而是老老实实,真正愿意医 治,愿意改正,我们就要欢迎他,把他的 毛病治好,使他变为一个好同志。这个工 作决不是痛快一时,乱打一顿,所能奏效 的。对待思想上的毛病和政治上的毛病, 决不能采用鲁莽的态度,必须采用“治病 救人”的态度,才是正确有效的方法。

《整顿党的作风》(一九四二年二月一 日),《毛泽东选集》第三卷第八二九 ——八三零页

关于党内批评问题,还有一点要说及

的, 就是有些同志的批评不注意大的方 面,只注意小的方面。他们不明白批评的 主要任务,是指出政治上的错误和组织上 的错误。至于个人缺点,如果不是与政治 的和组织的错误有联系, 则不必多所指 摘,使同志们无所措手足。而且这种批评 一发展,党内精神完全集注到小的缺点方 面,人人变成了谨小慎微的君子,就会忘 记党的政治任务,这是很大的危险。

《关于纠正党内的错误思想》(一九二九 年十二月),《毛泽东选集》第一卷第 九四页

党内批评要防止主观武断和把批评 庸俗化,说话要有证据,批评要注意政治。

《关于纠正党内的错误思想》(一九二九 年十二月),《毛泽东选集》第一卷第 九五页

党内批评是坚强党的组织、增加党的 战斗力的武器。但是红军党内的批评有些 不是这样,变成了攻击个人。其结果,不 但毁坏了个人,也毁坏了党的组织。这是 小资产阶级个人主义的表现。 纠正的方 法,在于使党员明白批评的目的是增加党 的战斗力以达到阶级斗争的胜利,不应当 利用批评去做攻击个人的工具。

《关于纠正党内的错误思想》(一九二九 年十二月),《毛泽东选集》第一卷第 九二页

因为我们是为人民服务的,所以,我 们如果有缺点,就不怕别人批评指出。不 管是什么人,谁向我们指出都行。只要你 说得对,我们就改正。你说的办法对人民 有好处,我们就照你的办。

《为人民服务》(一九四四年九月八日), 《毛泽东选集》第三卷第一零零三页

以中国最广大人民的最大利益为出发点 的中国共产党人,相信自己的事业是完全 合乎正义的,不惜牺牲自己个人的一切, 随时准备拿出自己的生命去殉我们的事 业, 难道还有什么不适合人民需要的思 想、观点、意见、办法,舍不得丢掉的吗? 难道我们还欢迎任何政治的灰尘、政治的 微生物来玷污我们的清洁的面貌和侵蚀 我们的健全的肌体吗?无数革命先烈为 了人民的利益牺牲了他们的生命,使我们 每个活着人想起他们就心里难过,难道我 们还有什么个人利益不能牺牲,还有什么 错误不能抛弃吗?

《论联合政府》(一九四五年四月二十四 日),《毛泽东选集》第三卷第一零九 七——一零九八页

我们决不能一见成绩就自满自足起 来。我们应该抑制自满,时时批评自己的

缺点,好像我们为了清洁,为了去掉灰尘, 天天要洗脸,天天要扫地一样。

《组织起来》(一九四三年十一月二十九 日),《毛泽东选集》第三卷第九三八 页

批评要是及时的批评,不要老是爱好 事后的批评。

《关于农业合作化问题》(一九五五年七 月三十一日),人民出版社版第二九页

错误和挫折教训了我们,使我们比较 地聪明起来了, 我们的事情就办得好一 些。任何个人,错误总是难免的,我们要 求犯得少一点。犯了错误则要求改正,改 正得越迅速,越彻底,越好。

《论人民民主专政》(一九四九年六月三 十日),《毛泽东选集》第四卷第一四 八五页

 

XXVII. KRITIK UND SELBSTKRITIK

Die Kommunistische Partei hat vor keiner Kritik Angst, weil wir Marxisten sind, weil die Wahrheit auf unserer Seite ist und die Hauptmassen - die Arbeiter und Bauern - zu uns stehen.

Rede auf der Landeskonferenz der Kommunistischen Partei Chinas über Propagandaarbeit (12. März 1957)

Konsequente Materialisten sind unerschrockene Leute, und so hoffen wir, daß die gemeinsam mit uns kämpfenden Menschen mutig Verantwortlichkeiten auf sich nehmen, Schwierigkeiten überwinden, keine Angst vor einem Rückschlag haben, Klatsch und Spott nicht fürchten und ohne Scheu uns Kommunisten kritisieren beziehungsweise uns Vorschläge machen werden. "Wer keine Angst vor Vierteilung hat, wagt es, den Kaiser vom Pferde zu zerren"; im Kampf für den Sozialismus und Kommunismus müssen wir eine solche Furchtlosigkeit haben.

Ebenda

Wir verfügen über die marxistisch-leninistische Waffe der Kritik und Selbstkritik. Wir sind imstande, einen schlechten Arbeitsstil aufzugeben und den guten zu bewahren.

"Bericht auf der 1. Plenartagung des VII. Zentralkomitees der Kommunistischen Partei Chinas" (9. März 1949), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. IV

Ernsthaft Selbstkritik üben - das ist ein weiteres markantes Merkmal, das uns von anderen Parteien unterscheidet. Wir haben festgestellt: Man muß die Stube ständig auskehren, sonst wird sich Staub ablagern; man muß das Gesicht regelmäßig waschen, sonst wird das Gesicht schmutzig. Auch in den Köpfen unserer Genossen und in der Arbeit unserer Partei kann sich Staub ablagern, auch hier muß man fegen und waschen. "Fließendes Wasser fault nicht, Türangeln werden nicht wurmstichig", wie das Sprichwort besagt, weil sowohl das eine wie das andere sich fortwährend bewegt und daher beide gegen Mikroben widerstandsfähig sind, beziehungsweise von anderen Lebewesen nicht angefressen werden. Was uns betrifft, so besteht das einzige wirksame Mittel, um die Köpfe unserer Genossen und den Leib unserer Partei gegen jegliche politische Verunreinigung und allerlei politische Mikroben zu immunisieren, darin, beständig unsere Arbeit zu überprüfen und dabei den demokratischen Arbeitsstil zu fördern, keine Angst vor Kritik und Selbstkritik zu haben, die nützlichen Maximen des chinesischen Volkes zu befolgen: "Weißt du etwas, sprich, sprichst du, sage alles"; "dem Sprecher nicht zum Tadel, dem Zuhörer zur Lehre"; "Hast du Fehler gemacht, korrigiere sie, hast du keine gemacht, sei noch mehr auf der Hut".

"Über die Koalitionsregierung" (24. April 1945), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. III

Ständig kommt es innerhalb der Partei zur Gegenüberstellung und zum Kampf verschiedener Ansichten, und das ist die Widerspiegelung der in der Gesellschaft vorhandenen Widersprüche zwischen den Klassen, zwischen dem Alten und dem Neuen in der Partei. Gäbe es in der Partei keine Widersprüche und keinen ideologischen Kampf zur Lösung dieser Widersprüche, dann würde das Leben der Partei aufhören.

"Über den Widerspruch" (August 1947), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. I

Wir sind für einen aktiven ideologischen Kampf, denn er ist die Waffe, mit der wir die Einheit innerhalb der Partei und innerhalb der revolutionären Organisationen im Interesse unseres Kampfes herbeiführen. Jeder Kommunist und jeder Revolutionär muß zu dieser Waffe greifen.

Der Liberalismus aber hebt den ideologischen Kampf auf und tritt für einen prinzipienlosen Frieden ein; daraus ergibt sich ein modriges, spießbürgerliches Verhalten, das zu politischer Entartung gewisser Einheiten und Mitglieder der Partei und der revolutionären Organisationen führt.

"Gegen den Liberalismus" (7. September 1947), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. II

Wir müssen im Kampf gegen Subjektivismus, Sektierertum und Parteischematismus zwei Gebote im Auge haben: erstens, "aus früheren Fehlern lernen, um künftige zu vermeiden", und zweitens, "die Krankheit bekämpfen, um den Patienten zu retten". Wir müssen alle früher gemachten Fehler schonungslos aufdecken und alles, was in der Vergangenheit schlecht war, wissenschaftlich analysieren und kritisieren, um künftighin umsichtiger und besser arbeiten zu können. Eben darin liegt der Sinn des Satzes: "Aus früheren Fehlern lernen, um künftige zu vermeiden". Doch wenn wir Fehler aufdecken und Mängel kritisieren, besteht unser Ziel, ebenso wie das des Arztes, der eine Krankheit bekämpft, einzig und allein darin, den Patienten zu retten, nicht aber ihn zu Tode zu kurieren. Wenn jemand an Appendizitis erkrankt, entfernt der Arzt den Appendix und rettet so dem Patienten das Leben. Wir werden jeden, der einen Fehler gemacht hat, willkommen heißen und ihn von seiner Krankheit heilen, damit er ein guter Genosse wird, wenn er seine Krankheit nicht verbirgt, um der Behandlung zu entgehen, wenn er nicht so lange auf seinem Fehler beharrt, bis er nicht mehr zu kurieren ist, sondern ehrlich und aufrichtig den Wunsch zeigt, sich dem Arzt anzuvertrauen und sich zu bessern. Diese Aufgabe kann nicht erfolgreich gelöst werden, wenn wir uns gehen lassen und auf ihn dreinschlagen. Bei der Behandlung ideologischer und politischer Krankheiten darf man sich nicht grob verhalten, sondern muß ausschließlich nach dem Satz vorgehen:

"Die Krankheit bekämpfen, um den Patienten zu retten" ; nur das ist die richtige und wirksame Methode. "Den Arbeitsstil der Partei ausrichten!" (1. Februar 1942), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. III

Was die innerparteiliche Kritik betrifft, ist noch ein weiterer Punkt zu erwähnen, nämlich: Einige Genossen richten, wenn sie Kritik üben, ihre Aufmerksamkeit nicht auf die Hauptsache, sondern nur auf die Nebenumstände. Sie begreifen nicht, daß es Hauptaufgabe der Kritik ist, auf politische und organisatorische Fehler hinzuweisen. Persönliche Mängel sollen, wenn sie nicht mit politischen oder organisatorischen Fehlern verbunden sind, nicht allzuviel getadelt werden, damit die Genossen nicht in Verlegenheit geraten. Mehr noch, wenn sich eine solche Kritik entfaltet, dann wird sich die Aufmerksamkeit in der Partei ausschließlich auf kleine Mängel konzentrieren, die Menschen werden ängstlich und übervorsichtig werden und die politischen Aufgaben der Partei vergessen; darin liegt eine große Gefahr.

"Über die Berichtigung falscher Anschauungen in der Partei" (Dezember 1925), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. I

Bei der innerparteilichen Kritik hat man sich vor Subjektivismus, Willkür und Vulgarisierung der Kritik zu hüten; jede Meinungsäußerung muß auf Argumenten beruhen, die Kritik muß den politischen Aspekt betonen.

Ebenda

Die innerparteiliche Kritik ist eine Waffe zur Festigung der Parteiorganisation und zur Verstärkung der Kampffähigkeit der Partei. In den Parteiorganisationen der Roten Armee trägt die Kritik jedoch manchmal nicht diesen Charakter, sondern verwandelt sich in persönliche Angriffe. Das Ergebnis ist, daß nicht nur einzelne Menschen, sondern auch die Parteiorganisationen Schaden erleiden. Darin äußert sich ein kleinbürgerlicher Individualismus. Die Methode der Berichtigung dieses Fehlers: Man muß den Parteimitgliedern begreiflich machen, daß die Kritik den Zweck hat, die Kampffähigkeit der Partei zu steigern, um den Sieg im Klassenkampf zu erringen, und nicht als Werkzeug für persönliche Angriffe benutzt werden darf.

Ebenda

Weil wir dem Volk dienen, fürchten wir nicht, daß man, wenn wir Mängel haben, uns darauf hinweist und kritisiert. Jedermann darf unsere Mängel bloßlegen, wer immer es auch sei. Insofern sein Hinweis richtig ist, sind wir bereit, unsere Mängel zu korrigieren. Wenn sein Vorschlag dem Volk zum Wohle gereicht, werden wir danach handeln.

"Dem Volke dienen" (8. September 1944), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. III

Wir chinesischen Kommunisten, deren Ausgangspunkt die höchsten Interessen der breitesten Volksmassen Chinas sind, glauben an die absolute Gerechtigkeit unserer Sache, scheuen vor keinem persönlichen Opfer zurück und sind jederzeit bereit, unser Leben für die Sache hinzugeben. Können wir da noch etwa zögern, jene Ideen, Gesichtspunkte, Meinungen und Methoden aufzugeben, die den Forderungen des Volkes widersprechen? Können wir da noch gutheißen, daß irgendein politischer Schmutz unser reines Antlitz befleckt, daß irgendwelche politische Mikroben unseren gesunden Körper anfressen? Wenn wir, die am Leben Gebliebenen, schmerzerfüllt an die zahllosen Helden der Revolution denken, die ihr Leben für die Interessen des Volkes hingegeben haben, kann es denn da noch irgendwelche persönliche Interessen geben, die wir nicht opfern, irgendwelche Fehler, die wir nicht ausmerzen wollten?

"Über die Koalitionsregierung" (24. April 1945), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. III

Wir dürfen uns nicht selbstzufrieden mit dem jeweiligen Erfolg begnügen. Wir müssen die Selbstzufriedenheit niederhalten und beständig an unseren eigenen Mängeln Kritik üben, ebenso wie wir, um immer sauber zu sein und den Staub zu entfernen, täglich unser Gesicht waschen und den Fußboden fegen.

"Organisieren!" (29. November 1943), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. III

Kritik soll zur rechten Zeit erfolgen. Man darf sich nicht angewöhnen, erst dann zu kritisieren, wenn etwas passiert ist.

Zur Frage des genossenschaftlichen Zusammenschlusses in der Landwirtschaft (31.Juli.1955)

Wir sind durch die Fehler und Rückschläge belehrt, sind klüger geworden, arbeiten besser. Fehler sind in jeder Partei und bei jedem Menschen schwer zu vermeiden, aber wir wollen möglichst wenige begehen. Wenn ein Fehler begangen wurde, muß er korrigiert werden, und je schneller und gründlicher das geschieht, um so besser.

"Über die demokratische Diktatur des Volkes" (10. Juni 1949), Ausgewählte Werke Mao Tse-tungs, Bd. IV


XXVII. LA CRITIQUE ET L'AUTOCRITIQUE

Le Parti communiste ne craint pas la critique, car nous sommes des marxistes, la vérité est de notre côté, et les masses fondamentales — les ouvriers et les paysans — sont de notre côté.

«Intervention à la Conférence nationale du Parti communiste chinois sur le Travail de Propagande» (12 mars 1957).

Les matérialistes conséquents sont des hommes sans peur. Nous espérons que tous nos compagnons de lutte prendront courageusement leurs responsabilités et vaincront les difficultés, qu'ils ne craindront ni les revers ni les railleries et qu'ils n'hésiteront pas à nous faire, à nous autres communistes, des critiques et des suggestions.

«Celui qui ne craint pas d'être lardé de coups d'épée ose désarçonner l'empereur» c'est cet esprit intrépide que nous devons avoir dans le combat pour le socialisme et le communisme.

«Intervention à la Conférence nationale du Parti communiste chinois sur le Travail de Propagande» (12 mars 1957).

Nous avons en main l'arme marxiste-léniniste de la critique et de l'autocritique.

Nous sommes capables de nous débarrasser du mauvais style de travail et de conserver le bon.

«Rapport à la deuxième session plénière du Comité central issu du VIIe Congrès du Parti communiste chinois» (5 mars 1949), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome IV.

Il est encore un trait marquant qui nous distingue des autres partis, c'est la pratique consciencieuse de l'autocritique. Comme nous l'avons déjà dit, nous devons constamment balayer notre chambre, sinon la poussière s'y entassera; nous devons nous laver régulièrement la figure, sinon elle sera toute souillée.

Dans l'esprit de nos camarades et le travail de notre Parti, bien de la poussière peut aussi s'amasser; c'est pourquoi nous devons balayer et laver.

Le proverbe: «L'eau courante ne peut croupir et le gond d'une porte n'est jamais vermoulu» signifie que le mouvement constant empêche l'action corruptrice des microbes et des parasites.

Examiner sans cesse notre travail, introduire largement dans cet examen le style de travail démocratique, ne redouter ni la critique ni l'autocritique, appliquer les maximes si instructives du peuple chinois: «Ne tais rien de ce que tu sais, ne garde rien pour toi de ce que tu as à dire», «Nul n'est coupable pour avoir parlé, à celui qui écoute de tirer la leçon», «Si tu as des défauts, corrige-toi; si tu n'en as pas, surveille-toi»; voilà la seule manière efficace de préserver l'esprit de nos camarades et l'organisme de notre Parti de toute contamination par les poussières et les microbes politiques.

«Du gouvernement de coalition» (24 avril 1945), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome III.

L'opposition et la lutte entre conceptions différentes apparaissent constamment au sein du Parti; c'est le reflet, dans le Parti, des contradictions de classes et des contradictions entre le nouveau et l'ancien existant dans la société.

S'il n'y avait pas dans le Parti de contradictions, et de luttes idéologiques pour les résoudre, la vie du Parti prendrait fin.

«De la contradiction» (Août 1937), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome I.

Nous sommes pour la lutte idéologique positive, car elle est l'arme qui assure l'unité à l'intérieur du Parti et des groupements révolutionnaires dans l'intérêt de notre combat.

Tout communiste et révolutionnaire doit prendre cette arme en main. Le libéralisme, lui, rejette la lutte idéologique et préconise une entente sans principes; il en résulte un style de travail décadent et philistin qui, dans le Parti et les groupements révolutionnaires, conduit certaines organisations et certains membres à la dégénérescence politique.

«Contre le libéralisme» (7 septembre 1937), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome II.

Dans notre lutte contre le subjectivisme, le sectarisme et le style stéréotypé du Parti, il est deux préceptes que nous ne devons pas perdre de vue: en premier lieu, «tirer la leçon des erreurs passées pour en éviter le retour», en second lieu, «guérir la maladie pour sauver l'homme».

Il est indispensable de dénoncer sans aucune exception les erreurs commises, en dehors de toute considération de personne, de soumettre à une analyse et à une critique scientifiques tout ce qu'il y a eu de négatif dans le passé, afin d'agir à l'avenir avec plus de circonspection et de travailler mieux. Tel est le sens du premier précepte.

Toutefois, en mettant en évidence les erreurs et en critiquant les défauts, nous poursuivons le même but qu'un médecin: il soigne le malade pour lui sauver la vie et non pour le faire périr.

Quelqu'un souffre de l'appendicite: le médecin enlève l'appendice et sauve ainsi la vie du patient.

Si celui qui a commis une erreur ne dissimule pas sa maladie par crainte du traitement et ne persiste pas dans son erreur au point de ne plus pouvoir être guéri, mais manifeste honnêtement, sincèrement, le désir de se soigner, de se corriger, nous nous en réjouirons et nous le guérirons, afin qu'il devienne un bon camarade.

Cette tâche, nous ne pourrons jamais la remplir avec succès si, cédant à l'impulsion du moment, nous frappons sans merci.

Pour soigner une maladie idéologique ou politique, il faut se garder de toute brutalité: la seule méthode juste et efficace, c'est de «guérir la maladie pour sauver l'homme».

«Pour un style correct de travail dans le Parti» (Ier février 1942), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome III.

Pour ce qui est de la critique à l'intérieur du Parti, un autre point doit être mentionné, à savoir que certains camarades, dans leur critique, ne font pas attention à ce qui est important, mais s'attachent seulement à ce qui est insignifiant.

Ils ne comprennent pas que la critique a pour tâche principale de mettre en évidence les erreurs politiques et les fautes d'organisation. Quant à la critique des défauts personnels, il ne faut pas trop y insister s'ils ne sont pas liés à des erreurs politiques ou à des fautes d'organisation, de peur de laisser les camarades désemparés.

En outre, si pareille critique se développe, l'attention de l'organisation du Parti se portera uniquement sur de petites choses, et les camarades deviendront des gens pusillanimes qui oublieront les tâches politiques du Parti; c'est là un très grand danger.

«L'Elimination des conceptions erronées dans le Parti» (Décembre 1929), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome I.

Dans la critique au sein du Parti, mettre en garde les camarades contre les jugements subjectivistes, arbitraires, et contre toute banalisation de la critique; faire en sorte que les interventions soient fondées et que les critiques aient un sens politique. «L'Elimination des conceptions erronées dans le Parti» (Décembre 1929), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome I.

La critique à l'intérieur du Parti est une arme qui sert à renforcer l'organisation du Parti et à élever sa capacité combative.

Cependant, dans les organisations du Parti au sein de l'Armée rouge, la critique prend dans certains cas un autre caractère: elle se transforme en attaques personnelles.

Cela ne porte pas seulement préjudice aux individus, mais également aux organisations du Parti.

C'est une manifestation de l'individualisme petit-bourgeois.

Le moyen d'y remédier consiste à faire comprendre aux membres du Parti que la critique doit avoir pour but de renforcer la capacité combative du Parti afin de remporter la victoire dans la lutte de classe, et qu'elle ne doit pas devenir un instrument pour lancer des attaques personnelles.

«L'Elimination des conceptions erronées dans le Parti» (Décembre 1929), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome I.

Nous servons le peuple et ne craignons donc pas, si nous avons des insuffisances, qu'on les relève et qu'on les critique.

Chacun, quel qu'il soit, peut les relever.

S'il a raison, nous nous corrigerons.

Si ce qu'il propose est utile au peuple, nous agirons en conséquence.

«Servir le peuple» (8 septembre 1944), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome III. Nous autres, communistes chinois, qui prenons pour point de départ les intérêts suprêmes de la grande masse du peuple chinois, qui sommes convaincus que notre cause est entièrement juste, nous n'hésitons pas à lui sacrifier tout ce qui nous est personnel et nous sommes toujours prêts à donner pour elle notre propre vie; y a-t-il donc encore une idée, une conception, une opinion ou une méthode ne répondant pas aux besoins du peuple que nous ne puissions abandonner?

Pourrions-nous nous réjouir que des saletés et des microbes politiques viennent souiller notre visage, infecter notre organisme?

Le souvenir des innombrables martyrs de notre révolution qui ont donné leur vie pour le peuple emplit d'affliction le cœur des vivants.

Est-il alors intérêt personnel que nous ne puissions sacrifier, défaut que nous ne puissions corriger?

«Du gouvernement de coalition» (24 avril 1945), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome III.

Nous ne devons en aucun cas nous enorgueillir de nos succès.

Rabattons notre suffisance, critiquons sans relâche nos propres défauts, comme, chaque jour, nous nous lavons la figure pour rester propres et balayons le plancher pour enlever la poussière.

«Organisez-vous !» (29 novembre 1943), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome III.

La critique doit être faîte à temps ; il faut se défaire de ce penchant qui consiste à ne critiquer qu'après coup.

«Sur le problème de la coopération agricole» (31 juillet 1955).

Instruits par les erreurs et les revers, nous avons grandi en sagesse et notre travail s'en trouve mieux fait. Pour n'importe quel parti politique, pour n'importe quel individu, il est difficile d'éviter les erreurs.

Nous demandons qu'on en fasse moins.

Lorsqu'une erreur est commise, nous voulons qu'elle soit corrigée, et le plus vite, le plus complètement sera le mieux.

«De la dictature démocratique populaire» (30 juin 1949), Œuvres choisies de Mao Tsétoung, tome IV.

XXVII. CRITICA E AUTOCRITICA

Noi del Partito Comunista non temiamo la critica perché siamo marxisti, la verità sta dalla nostra parte e la base delle masse – gli operai e i contadini – sta dalla nostra parte.

“Discorso alla Conferenza nazionale del Partito Comunista cinese sul lavoro di propaganda” (12 marzo 1957).

I materialisti coerenti sono uomini senza paura. Ci auguriamo che tutti i nostri compagni di lotta si assumano coraggiosamente le loro responsabilità, superino le difficoltà, non temano rovesci o sarcasmi, né esitino a criticare noi comunisti e a darci i loro suggerimenti. “Chi non ha paura di morire di mille ferite, osa disarcionare l’imperatore” – questo è l’indomabile spirito necessario nella nostra lotta per il socialismo e il comunismo.

Ibidem.

Abbiamo in mano l’arma marxista-leninista della critica e dell’autocritica. Possiamo sbarazzarci di un cattivo stile e tenere quello buono.

“Rapporto alla II sessione plenaria del VII Comitato centrale del Partito Comunista cinese” (5 marzo 1949), Opere Scelte, Vol. IV.

La pratica coscienziosa dell’autocritica è un’altra caratteristica che distingue il nostro da tutti i partiti politici. Come abbiamo già detto, la polvere si accumulerà se la stanza non è spazzata regolarmente, il nostro viso si sporcherà se non lo laviamo regolarmente. La mente dei nostri compagni e il lavoro del nostro Partito possono anch’essi coprirsi di polvere, e perciò devono essere spazzati e lavati. Il proverbio: “L'acqua corrente non imputridisce mai e il cardine della porta non è mai mangiato dai tarli” significa che il moto costante impedisce l’azione corrosiva dei germi e di altri organismi. Controllare regolarmente il nostro lavoro e sviluppare in questo processo uno stile democratico, non temere la critica né l’autocritica e applicare le buone massime popolari cinesi: “Dì tutto quello che sai e dillo senza riserve”, “Non biasimare chi

parla, ma prendi le sue parole come ammonimento”, “Se hai commesso errori, correggili; se non ne hai commessi, sta’ in guardia”. Questo è l’unico mezzo efficace per impedire che polvere o germi politici d’ogni specie contaminino la mente dei nostri compagni e la struttura del nostro Partito.

“Sul governo di coalizione” (24 aprile 1945), Opere Scelte, Vol. III.

Opposizione e lotta tra idee diverse si verificano costantemente nel Partito; esse sono il riflesso nel Partito delle contraddizioni fra le classi e fra il nuovo e il vecchio nella società. Se nel Partito non esistessero contraddizioni, né lotta ideologica per risolverle, la vita del Partito cesserebbe.

“Sulla contraddizione” (agosto 1937), Opere Scelte, Vol. I.

Siamo per la lotta ideologica attiva, perché è l’arma per assicurare l’unità all’interno del Partito e delle organizzazioni rivoluzionarie, nell’interesse della nostra lotta. Ogni comunista, ogni rivoluzionario deve impugnare quest’arma.

Il liberalismo invece respinge la lotta ideologica ed è per una pace senza princìpi; ne risulta un atteggiamento decadente e filisteo che, nel Partito e nelle organizzazioni rivoluzionarie, conduce certe unità e alcuni individui alla degenerazione politica.

“Contro il liberalismo” (7 settembre 1937), Opere Scelte, Vol. II.

Nella lotta contro il soggettivismo, il settarismo e lo stile stereotipato negli scritti di Partito, dobbiamo tener presente due norme: primo, “imparare dagli errori passati per evitare quelli futuri”; secondo, “curare la malattia per salvare il paziente”. Gli errori del passato devono essere denunciati senza risparmiare la sensibilità di nessuno; è necessario analizzare e criticare in modo scientifico tutti gli aspetti negativi del passato, al fine di compiere meglio e con maggiore accuratezza il lavoro futuro. Questo intendiamo per “imparare dagli errori passati per evitare quelli futuri”. Ma quando denunciamo gli errori e critichiamo i difetti, il nostro scopo è identico a quello del medico che cura una malattia: salvare il paziente e non farlo morire. Chi soffre di appendicite si salva quando il chirurgo asporta l’appendice. Se chi ha commesso errori, non

nasconde la sua malattia per paura del medico, se non persiste nei suoi errori fino al punto di rendere vana ogni cura, se onestamente e sinceramente desidera curarsi e correggersi, dobbiamo accoglierlo, curare la sua malattia e fare di lui un buon compagno. Non avremo mai successo, se ci lasciamo andare anche per un solo istante e colpiamo con violenza. Curando una malattia ideologica o politica, non dobbiamo mai essere violenti e sconsiderati, ma adottare l’unico metodo corretto ed efficace, cioè “curare la malattia per salvare il paziente”.

“Rettificare lo stile di lavoro del Partito” (1° febbraio 1942), Opere Scelte, Vol. III.

A proposito della critica all’interno del Partito dobbiamo trattare un altro punto: nelle loro critiche, alcuni compagni ignorano i problemi principali e concentrano la loro attenzione su questioni di minore importanza. Essi non capiscono che il compito principale della critica è mettere in evidenza errori politici ed organizzativi. Quanto ai difetti personali, a meno che non siano legati a errori politici e organizzativi, non bisogna insistervi troppo, perché altrimenti i compagni interessati non sapranno più che cosa fare. Inoltre, se si sviluppa questo tipo di critica, esiste il grande pericolo che all’interno del Partito l’attenzione si concentri esclusivamente sugli errori minori; i compagni diverranno timidi ed estremamente cauti e dimenticheranno i compiti politici del Partito.

“Come correggere le idee errate nel Partito” (dicembre 1929), Opere Scelte, Vol. I.

Nella critica all’interno del Partito, bisogna stare in guardia contro il soggettivismo, l’arbitrarietà e la volgarità; le affermazioni devono essere basate sui fatti e la critica deve mettere l’accento sull’aspetto politico. Ibidem.

La critica all’interno del Partito è un’arma per rafforzare l’organizzazione del Partito e accrescerne la capacità combattiva. Tuttavia, nell’organizzazione del Partito in seno all’Esercito Rosso, la critica non ha sempre questo carattere e talvolta si trasforma in un attacco personale. Di conseguenza, danneggia non solo gli individui, ma anche l’organizzazione del Partito. È una manifestazione d’individualismo

piccolo-borghese. II mezzo per rimediarvi consiste nell’aiutare i membri del Partito a capire che la critica ha lo scopo di accrescere la capacità combattiva del Partito per raggiungere la vittoria nella lotta di classe, e non deve diventare strumento d’attacchi personali.

Ibidem.

Siamo al servizio del popolo, perciò non temiamo, se abbiamo dei difetti, che vengano messi in evidenza e criticati. Chiunque può mettere in evidenza i nostri difetti. Se ha ragione, li correggeremo. Se ciò che propone giova al popolo, agiremo di conseguenza.

“Al servizio del popolo” (8 settembre 1944), Opere Scelte, Vol. III.

Noi comunisti cinesi, che prendiamo come punto di partenza per le nostre azioni i supremi interessi delle larghe masse del popolo cinese e siamo pienamente convinti dell’assoluta giustezza della nostra causa, noi che non indietreggiamo davanti a nessun sacrificio personale e siamo in ogni momento pronti a dare la vita per la nostra causa, possiamo essere riluttanti ad abbandonare qualsiasi idea, concezione, opinione o metodo non adatti ai bisogni del popolo? Possiamo permettere che il fango e i germi politici insozzino il nostro viso pulito o corrodano il nostro organismo sano? Innumerevoli martiri rivoluzionari hanno dato la vita per gli interessi del popolo e quando pensiamo a loro il nostro cuore si colma di dolore; esiste allora un interesse personale che non possiamo sacrificare o un errore che non possiamo correggere?

“Sul governo di coalizione” (24 aprile 1945), Opere Scelte, Vol. III.

In nessun caso dobbiamo inorgoglirci dei successi. Dobbiamo controllare il nostro compiacimento e criticare costantemente i nostri difetti, proprio come ogni giorno dobbiamo lavarci il viso o spazzare il pavimento per toglierne la sporcizia e tenerli puliti.

“Organizziamoci!” (29 novembre 1943), Opere Scelte, Vol. III.

La critica dev’essere fatta al momento opportuno; bisogna perdere l’abitudine di criticare solo a cose fatte.

“Sul problema della cooperazione agricola” (31 luglio 1955).

Ammaestrati dagli errori e dai rovesci, siamo diventati più saggi e facciamo meglio il nostro lavoro. È difficile per qualsiasi partito politico e qualsiasi individuo evitare errori, ma bisogna farne il meno possibile. Una volta commesso un errore, dobbiamo correggerlo: più rapidamente e completamente lo faremo, meglio sarà.

“Sulla dittatura democratica popolare” (30 giugno 1949), Opere Scelte, Vol. IV.


English

Chapter 27. Criticism and Self-Criticism (批評和自我批評)
Criticism is a part of the Marxist dialectical method that is fundamental for the perfection of the Party; as such, communists should not fear it but rather engage in it openly.

Deutsch

Kapitel 27. Kritik und Selbstkritik (批評和自我批評)
Die Kritik ist ein Teil der marxistischen dialektischen Methode, die für die Vervollkommnung der Partei grundlegend ist; als solche sollten Kommunisten sie nicht fürchten, sondern sich offen damit befassen.

Français

Chapitre 27. Critique et autocritique (批評和自我批評)
La critique fait partie de la méthode dialectique marxiste qui est fondamentale pour la perfection du Parti ; en tant que telle, les communistes ne doivent pas la craindre, mais s’y engager ouvertement.

Italiano

Capitolo 27. Critica e autocritica (批評和自我批評)
La critica è una parte del metodo dialettico marxista fondamentale per il perfezionamento del Partito; come tale, i comunisti non devono temerla, ma piuttosto dedicarsi ad essa apertamente.


Crítica y autocrítica en el pensamiento de Mao Tse-Tung

Crítica y autocrítica - Libro Rojo de Mao

El Capítulo 27 del Libro Rojo de Mao Tse-Tung, titulado «Crítica y autocrítica» (批評和自我批評), destaca la importancia de estas prácticas como herramientas esenciales para el desarrollo y la cohesión del Partido Comunista de China. Mao subraya que la crítica y la autocrítica no solo fortalecen el partido, sino que también son vitales para la rectificación de errores y el avance continuo hacia la construcción del socialismo.

Este capítulo, que contiene 15 citas cuidadosamente seleccionadas, enfatiza la crítica como una herramienta esencial para el desarrollo y fortalecimiento del Partido.

La Necesidad de la Crítica y Autocrítica

Mao inicia este capítulo afirmando que «el Partido Comunista no teme la crítica porque somos marxistas, la verdad está de nuestro lado y las masas básicas, los obreros y campesinos, están con nosotros»​​. Esta declaración refuerza la confianza del partido en su causa y en su capacidad para manejar y aprender de las críticas. Según Mao, los marxistas deben ser valientes y estar dispuestos a asumir responsabilidades, superar dificultades y no temer los reveses ni las burlas.

Mao Zedong presenta la crítica como una parte integral del método dialéctico marxista. Argumenta que la crítica y la autocrítica son fundamentales para el perfeccionamiento del Partido, y por extensión, para el avance de la revolución y la construcción del socialismo. Esta idea se basa en la creencia de que el progreso surge de la identificación y resolución de contradicciones, tanto a nivel individual como colectivo.

El Espíritu Intrépido

El líder chino enfatiza que los materialistas consecuentes deben ser intrépidos y asumir la crítica con valentía, comparando este espíritu con el de alguien que «se atreve a desmontar al emperador»​​. Este coraje es esencial para la lucha por el socialismo y el comunismo, permitiendo al partido enfrentar y superar obstáculos ideológicos y prácticos.

La Práctica de la Crítica y Autocrítica

Mao considera la crítica y la autocrítica como un rasgo distintivo del Partido Comunista, comparándolas con la necesidad de limpiar regularmente una habitación para evitar la acumulación de polvo. Utiliza la metáfora de «lavarse la cara regularmente» para ilustrar la necesidad de mantener la pureza ideológica y organizativa del partido​​. Este proceso continuo de revisión y mejora es crucial para evitar la corrupción y la decadencia política.

Según Mao, los comunistas no deben temer la crítica, sino dedicarse a ella abiertamente. Esta actitud refleja su visión de que la crítica no es una amenaza, sino una oportunidad para el crecimiento y la mejora. Mao probablemente argumenta en este capítulo que una cultura de crítica abierta y honesta es esencial para mantener la vitalidad revolucionaria del Partido y prevenir el estancamiento ideológico.

Crítica Constructiva y Métodos Democráticos

Mao establece que la crítica debe ser constructiva y estar basada en hechos, evitando el subjetivismo y los ataques personales. La crítica debe tener sentido político y estar orientada a mejorar la capacidad de combate del partido, no a debilitarlo mediante conflictos internos y resentimientos personales​​. Además, Mao resalta la importancia de métodos democráticos de persuasión y educación para resolver problemas ideológicos, evitando métodos coactivos o represivos​​.

A través de las 15 citas, Mao posiblemente elabora sobre diferentes aspectos de la crítica y la autocrítica. Estos pueden incluir cómo llevar a cabo la crítica de manera constructiva, cómo recibir y responder a la crítica, y cómo la práctica de la crítica y la autocrítica puede fortalecer la unidad del Partido en lugar de debilitarla.

Métodos para Resolver Contradicciones

En el seno del partido, Mao introduce la fórmula «unidad-crítica-unidad» como un método democrático para resolver contradicciones. Este enfoque implica partir del deseo de unidad, resolver las contradicciones mediante la crítica o lucha y conseguir una nueva unidad sobre una nueva base​​. Este método asegura que las diferencias se resuelvan de manera constructiva, fortaleciendo la cohesión y eficacia del partido.

El énfasis en la autocrítica es particularmente significativo. Mao probablemente argumenta que los miembros del Partido, especialmente los líderes, deben ser capaces de reconocer y corregir sus propios errores. Esta práctica se ve como una demostración de humildad revolucionaria y un compromiso con el mejoramiento continuo.

Es importante entender este concepto de crítica y autocrítica en el contexto más amplio de la teoría y práctica revolucionaria de Mao. La crítica se veía como una herramienta para mantener la pureza ideológica del Partido, combatir la burocracia y el elitismo, y asegurar que el Partido permaneciera conectado con las masas.

Tratamiento de Errores y Defectos

Mao insiste en que la crítica dentro del partido debe centrarse en errores políticos y de organización, evitando centrarse excesivamente en defectos personales que no estén vinculados a estos errores. Esta orientación asegura que la crítica sea significativa y no paralice a los camaradas con preocupaciones menores, manteniendo el enfoque en las tareas políticas del partido​​.

Sin embargo, es crucial notar que la implementación práctica de estas ideas sobre crítica y autocrítica a menudo fue compleja y, en ocasiones, problemática. Durante períodos de intensificación política, como la Revolución Cultural, las sesiones de crítica a veces se convirtieron en herramientas de persecución política o conformidad forzada, alejándose del ideal de crítica constructiva que Mao propugnaba en teoría.

Mao probablemente también aborda en este capítulo cómo la crítica y la autocrítica deben equilibrarse con la unidad del Partido. La idea es que la crítica, cuando se realiza correctamente, no debe socavar la cohesión del Partido, sino fortalecerla al abordar problemas y mejorar las prácticas colectivas.

Conclusión: Un Llamado a la Crítica y Autocrítica Continua

El capítulo concluye con un llamado a practicar la crítica y la autocrítica de manera regular y constructiva. Mao insiste en que estas prácticas son vitales no solo para corregir errores y mejorar, sino también para mantener la pureza ideológica y la cohesión organizativa del partido. Esta actitud garantiza que el partido pueda adaptarse y evolucionar continuamente, enfrentando eficazmente los desafíos en la construcción del socialismo.

En resumen, el Capítulo 27 del Libro Rojo de Mao Tse-Tung proporciona una guía detallada sobre la importancia y los métodos de la crítica y la autocrítica dentro del Partido Comunista de China. A través de estas prácticas, Mao busca fortalecer el partido, mejorar su capacidad de combate y asegurar un avance continuo hacia la construcción del socialismo, subrayando siempre la importancia de la valentía, la honestidad y el espíritu constructivo en el proceso de crítica.

El Capítulo 27 del Libro Rojo de Mao presenta una visión de la crítica y la autocrítica como herramientas esenciales para el perfeccionamiento del Partido Comunista. Mao argumenta que estos procesos son fundamentales para el método dialéctico marxista y que los comunistas deben abordarlos abierta y honestamente. Esta concepción de la crítica tuvo un impacto significativo en la cultura política del Partido Comunista de China, aunque su interpretación y aplicación a menudo fueron complejas y no siempre se alinearon perfectamente con el ideal propuesto.


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